Desde la pasada semana Juan Manuel Molina es Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Por sus éxitos profesionales y por sus cualidades humanas es ampliamente conocido y reconocido nacional e internacionalmente; su palmarés deportivo no deja lugar a dudas. Pero, por encima de todo, es un ciezano que se siente profundamente orgulloso de ser ciezano y que ha llevado y sigue llevando el nombre de Cieza por casi todo el mundo. Ahora ha sido la Universidad la que le ha otorgado el máximo reconocimiento académico concediéndole el pasado día 21 el grado de Doctor “Cum Laude” (ver álbum de fotos). Poco después, ya como Doctor, tenía la oportunidad de hablar con él sobre el acto de lectura y defensa de su tesis doctoral, sobre el trabajo de investigación realizado y sobre las perspectivas de futuro en el campo de la investigación. Estas son algunas de las cuestiones que le plantee con sus respuestas.
Cómo en una cita deportiva de alto nivel la asistencia ha sido masiva y seguro que muy significativa para ti.
Para mí ha sido un honor contar con la presencia de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, hace casi 4 años me prometió que estaría el día que defendiera mi Tesis Doctoral; desde entonces ha sido “una tortura” porque cada vez que me saludaba en algún evento deportivo las primeras palabras eran para recordarme que tenía una cita pendiente conmigo para bajar desde Madrid a Murcia a presenciar este acto. Lo mismo puedo decir de la presencia de Antonio Peñalver, el único medallista olímpico murciano y actual Director General de Deportes de la Región de Murcia, la referencia deportiva para mí y los de mi generación; o la presencia del que fuera su antecesor en el cargo Juan Antonio Morales y del alcalde de Cieza, Antonio Tamayo, de quienes guardo gratos recuerdos porque siempre me sentí respaldado gracias a su trabajo cercano. Además han estado los concejales de deportes Miguel Cascales (de Murcia), José Cabezos (de Cartagena) y Matías Ríos (de Cieza), Francisco López (anterior concejal de deportes del Ayuntamiento de Cieza); y también Joaquin Salmeron (Director del Museo Medina Siyâsa de Cieza y presidente del Centro de Estudios Históricos Fray Pasqual Salmerón) junto a otros muchos amigos… Mi familia a la que tanto debo.
Esto es sin duda un reconocimiento a una trayectoria personal y profesional; el salón de grados de la Universidad Católica San Antonio de Murcia parecía la villa olímpica…
Jajaja, no fue para tanto; había muchas corbatas y pocas zapatillas deportivas. La verdad es que me siento inmensamente agradecido a todos los asistentes que hicieron el esfuerzo de dedicar toda la mañana a este momento tan significativo en mi vida tanto profesional como personal; y también a muchas otras personas que no pudieron estar allí. Todos hacen que me sienta querido y respaldado.
Cómo en una cita deportiva de alto nivel la asistencia ha sido masiva y seguro que muy significativa para ti.
Para mí ha sido un honor contar con la presencia de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, hace casi 4 años me prometió que estaría el día que defendiera mi Tesis Doctoral; desde entonces ha sido “una tortura” porque cada vez que me saludaba en algún evento deportivo las primeras palabras eran para recordarme que tenía una cita pendiente conmigo para bajar desde Madrid a Murcia a presenciar este acto. Lo mismo puedo decir de la presencia de Antonio Peñalver, el único medallista olímpico murciano y actual Director General de Deportes de la Región de Murcia, la referencia deportiva para mí y los de mi generación; o la presencia del que fuera su antecesor en el cargo Juan Antonio Morales y del alcalde de Cieza, Antonio Tamayo, de quienes guardo gratos recuerdos porque siempre me sentí respaldado gracias a su trabajo cercano. Además han estado los concejales de deportes Miguel Cascales (de Murcia), José Cabezos (de Cartagena) y Matías Ríos (de Cieza), Francisco López (anterior concejal de deportes del Ayuntamiento de Cieza); y también Joaquin Salmeron (Director del Museo Medina Siyâsa de Cieza y presidente del Centro de Estudios Históricos Fray Pasqual Salmerón) junto a otros muchos amigos… Mi familia a la que tanto debo.
Esto es sin duda un reconocimiento a una trayectoria personal y profesional; el salón de grados de la Universidad Católica San Antonio de Murcia parecía la villa olímpica…
Jajaja, no fue para tanto; había muchas corbatas y pocas zapatillas deportivas. La verdad es que me siento inmensamente agradecido a todos los asistentes que hicieron el esfuerzo de dedicar toda la mañana a este momento tan significativo en mi vida tanto profesional como personal; y también a muchas otras personas que no pudieron estar allí. Todos hacen que me sienta querido y respaldado.
Has conseguido llegar a la meta con el reconocimiento de todos; has obtenido la máxima calificación y reconocimiento académico (sobresaliente “cum laude”), para muchos una auténtica medalla olímpica. ¿En este caso qué es lo que has sentido?
Sinceramente una sensación extraña, la verdad es que se parece a un éxito deportivo. Al principio todavía no te lo crees. Piensas que no puede sucederte. Poco a poco asimilas que el trabajo y el sacrificio tienen su recompensa. Vuelves a sentir una gran responsabilidad, cuando ganas una medalla debes ser consciente que no es tan solo para ti. Hay mucha gente que disfruta también con éxitos deportivos tuyos. Hay obligaciones como dar un buen ejemplo y proyectar valores deportivos sanos. Con el grado de doctor tampoco te puedes dormir. Tienes que seguir investigando, evolucionando… el mundo se mueve muy deprisa. Considero que ser Doctor no es un título más, debes reforzar el trabajo con nuevas ideas y soluciones a nuevos problemas… tener inquietud por mejorar las cosas. En deporte también decimos que lo difícil no es triunfar sino mantenerte.
Tú sabes muy bien que llegar a la meta requiere mucho tiempo de preparación, sacrificios, trabajo en soledad y mucho esfuerzo. ¿Llegar a esta meta ha sido algo parecido?
Por supuesto, como te comentaba son dos caminos que parecen ser divergentes pero que en realidad tienen más similitudes de lo que se pueda presuponer. En realidad creo que esto sucede en cualquier ámbito de la vida: a la hora de montar un negocio, de preparar unas oposiciones, mejorar las condiciones laborales… Habría que hacer hincapié en recuperar los valores del sacrificio y el esfuerzo, ahora prima la rapidez para todo. El éxito que satisface, que se saborea… no llega como flor de un día. Se pasan momentos muy duros y oscuros, no vislumbras nada solo sombras. Por eso cuando ves luz se disfruta con mayor intensidad, la valoras y aprecias.
Creo que tener claro lo que se quiere y lo que hay que hacer para conseguirlo es muy importante. ¿Seguro que en este caso también lo tenías claro?
Buff, no sé qué decirte. Estos años han sido muy duros. He pasado momentos difíciles que casi me abocan a la retirada. Llegué a pensar que este proyecto iba a poder conmigo, me estaba carcomiendo por dentro y empezaba a reflejarse exteriormente, en mis relaciones personales y profesionales. Empecé a dudar del camino que había tomado. Ahora, con la perspectiva de haber finalizado la etapa de doctorando, creo que fui demasiado valiente al iniciarla. Cuando comencé, estaba en plenitud física y mental orientada al deporte de alto nivel. Combinar el deporte de alto nivel con la excelencia académica creo que fue demasiado pretencioso. Hacer una cosa bien cuesta mucho, cuando apuestas por dos…
El trabajo realizado en la tesis doctoral se corresponde con tu forma de ver y entender el deporte. Hablas del olimpismo y de los valores universales; hablas de la educación y el medio ambiente…
Eso fue lo que me atrajo de este proyecto. Desde que comencé a practicar atletismo en 1993 en el Club Athleo siempre he respirado valores de superación, de aceptación de la derrota y de la victoria, de respeto a los compañeros, a los rivales, a los árbitros… Ha sido un germen que ha ido creciendo y da consistencia a mi actividad diaria. Solo faltaba vivir en primera persona los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. En ese momento se produjo un punto de inflexión en mi trayectoria personal. Estaba terminando mis estudios en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y se abría un mundo fascinante por explorar.
Los Juegos Olímpicos son el mayor evento mundial. No es solo deporte, durante 16 días se reúnen personas de todas las razas, culturas, religiones, naciones… Deportistas mediáticos y aquellos que no lo son, entrenadores, voluntarios… todos conviven en el espacio que cubre la Villa Olímpica, una auténtica ciudad multicultural. No hay diferencias de deportes, el fútbol cuenta lo mismo que el tenis de mesa, el piragüismo… Todos luchan por la gloria olímpica cada cuatro años. La proyección de los valores olímpicos a través de la Llama o los Aros Olímpicos que son identificados en cualquier punto del planeta… ¡hay tanto que aprender todavía! Lamentablemente siempre nos quedamos con los aspectos negativos, que si dopaje, que si solo son negocios, dinero, corrupción…
Con este trabajo has llegado a la meta; pero conociéndote creo que es solo una meta que te ha servido de preparación para otra. Seguro que ya estas pensando en tus próximas metas en el campo de la investigación, formación y promoción del conocimiento y de los valores humanos.
Estaba terminando la Tesis y ya estaba pensando en todo lo que queda por investigar y por desarrollar. Quiero seguir evolucionando en lo que se conoce como Educación Olímpica. El corpus axiológico del Olimpismo necesita ser reivindicado y difundido a toda la sociedad. Adaptarnos a los tiempos que vivimos. El Olimpismo mantiene la esencia que le insufló Pierre de Coubertin a finales del siglo XIX, pero me preocupa la imagen distorsionada que se puede dar del fenómeno olímpico. Me gustaría colaborar en la implantación del Olimpismo a través de actividades que integren las dimensiones deportivas, culturales y ecológicas. Por eso he comenzado con la confección de la asignatura Formación en Valores y Olimpismo en la Actividad Física y del Deporte que se va a impartir en el nuevo título de Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Católica San Antonio. Hay más, pero permíteme que lo dejemos aquí… nunca se sabe quién puede utilizar esta información jejeje.
Conocí personalmente a Juan Manuel Molina hace años. Desde entonces mi admiración, respeto y afecto por él no ha parado de crecer; admiro su inmensa coherencia entre lo que piensa, hace y dice; admiro su enorme capacidad de trabajo, sacrificio, esfuerzo y superación encarnando como pocos los valores olímpicos. Lo considero como un maestro del que siempre estoy aprendiendo; aunque él, como buen maestro, simplemente se considera un aprendiz. Me encanto y emociono ser testigo del acto de lectura y defensa de su tesis doctoral el pasado 21 de diciembre. ¡Felicidades Juanma!.