viernes, 13 de junio de 2025

Mi última promoción de trabajo social

Ayer por la tarde, tuve el privilegio de asistir al acto de graduación de la promoción 2021/2025 de Trabajo Social. Fue un evento cargado de significado y, para mí, especialmente emotivo. La emoción que sentí era una mezcla de orgullo, nostalgia y una profunda satisfacción. Orgullo por ver a mis antiguos alumnos culminar una etapa tan importante; nostalgia por el cierre de un ciclo en mi propia carrera docente; y satisfacción al ver reflejado en ellos el impacto de una metodología de enseñanza en la que siempre creí.

La graduación, aunque celebrada en diversas etapas formativas, desde la preescolar, adquiere en la universidad un significado singular y profundamente arraigado en la tradición. Es un rito de paso que se ha mantenido a lo largo de generaciones, simbolizando no solo el fin de una etapa académica, sino también la culminación de años de esfuerzo, dedicación y crecimiento personal e intelectual. En el ámbito universitario, la graduación es el momento en que los estudiantes, ya convertidos en profesionales, están listos para aplicar sus conocimientos y habilidades en el mundo real, marcando así el inicio de su vida profesional. Es un acto que honra el saber, la perseverancia y el camino recorrido.

Esta graduación fue particularmente significativa para mí porque los estudiantes que ayer se graduaban fueron los últimos a los que di clase antes de jubilarme. Era un curso especial, no solo por ser mi despedida, sino porque aplique en ellos una metodología de enseñanza totalmente diferente a la tradicional. En colaboración con la asociación de Traperos de Emaús, una organización dedicada a la recuperación y reutilización de objetos y a la inserción social de personas en situación de vulnerabilidad, planteé un enfoque pedagógico innovador. Mis clases estaban diseñadas como un compendio de mi particular manera de entender la docencia universitaria, desarrollada durante años: sin lecciones magistrales, sin dictado de apuntes, y enfocada en la construcción del aprendizaje a través de la experiencia práctica y la participación activa.

Pero, además, este fue un grupo de clase muy especial por su excepcional implicación y predisposición a aplicarse en metodologías que no les resultaban familiares. La mayoría estaba acostumbrada a un modelo tradicional de docencia, donde predominaban las clases expositivas del profesor, la memorización de contenidos y un plan de evaluación basado en exámenes. Por el contrario, yo les proponía un sistema de clase activo y participativo, donde la clase y los protagonistas eran ellos, construyendo su propio aprendizaje. Aunque este modelo no era nada fácil de entender al principio, se implicaron totalmente, demostrando una madurez y una apertura mental admirables.

Cuatro años después, ayer, en pleno acto de graduación, delante de sus familiares, sus profesores y las máximas autoridades académicas, manifestaron públicamente que aquella clase de primero con la que entraron a la universidad fue una clase singular que les dejó una profunda huella. Afirmaron que les hizo comprender el verdadero sentido de la docencia, un sentido que va más allá de la mera transmisión de información. Este reconocimiento público reafirmó mi convicción en el uso de métodos de innovación educativa como  las clases invertidas, donde el estudiante asume un rol protagónico en su aprendizaje, investigando y preparando contenidos antes de la sesión, y utilizando el tiempo en el aula para el debate, la aplicación práctica y la resolución de dudas. Escuchar esto y terminar con una ovación final tuvo un profundo significado para mí, validando años de esfuerzo y pasión por la enseñanza.

En resumen, fue un acto de graduación en el que me sentí especialmente feliz, no solo por lo mucho que mis alumnos han madurado intelectualmente durante estos cuatro años, sino también por la alegría que irradiaban. Con este acto de graduación se cierra una etapa muy importante en sus vidas, y también en la mía, pero es solo el principio de otra etapa igualmente apasionante. Ahora, tanto ellos como yo, nos llevamos una mochila llena de herramientas y experiencias que, estoy seguro, nos servirán para el camino que tenemos por delante. Para ellos, es el inicio de su vida profesional, llena de desafíos y oportunidades para aplicar todo lo aprendido y seguir creciendo. Para mí, es el inicio de una nueva fase, quizás de menos actividad académica, pero llena de la satisfacción de haber contribuido a formar a personas excepcionales.

domingo, 25 de mayo de 2025

Museo de Siyâsa: ¡Felices 38 Años de historia y orgullo para Cieza!

 

Hoy, 25 de mayo de 2025, es un día de celebración especial para Cieza y para todos los amantes de la historia y la cultura. La institución que conocemos y admiramos, el Museo de Siyâsa, tiene sus raíces en el Museo Arqueológico Municipal que abrió sus puertas por primera vez un 25 de mayo de 1987 en el número 11 de la calle Cadenas. Son, por tanto, 38 años de una trayectoria admirable dedicada a la conservación, estudio y difusión de nuestro rico patrimonio, un faro de conocimiento que ilumina nuestro pasado para entender mejor nuestro presente.

Un legado nacido de la visión y el esfuerzo pionero

En primer lugar, esta celebración nos obliga a mirar atrás con gratitud y admiración hacia aquellos que, en su momento, concibieron la idea de un museo arqueológico para Cieza y lucharon incansablemente para convertirla en una realidad tangible. Aquellos pioneros actuaron movidos por principios fundamentales como la conciencia de identidad, la responsabilidad de preservación, la vocación educativa y el compromiso con la investigación. Sentaron las bases, con tesón y una clara perspectiva de futuro, de lo que hoy es una institución imprescindible para Cieza. Su esfuerzo y dedicación merecen nuestro más profundo reconocimiento.

Un paso de gigante: del Museo Arqueológico Municipal al Museo de Siyâsa en el Antiguo Casino

En la vida de las instituciones hay momentos que marcan un punto de inflexión. Para la trayectoria museística de Cieza, ese paso de gigante fue, sin duda alguna, el traslado desde la ubicación original en la calle Cadenas a su actual y espléndida sede en el antiguo casino. Esta decisión estratégica, materializada con la inauguración del Museo de Siyâsa el 12 de mayo de 1999, no fue meramente un cambio de dirección; representó una transformación trascendental que catapultó a la institución hacia una nueva dimensión.

Este traslado no solo significó una expansión radical del espacio y una mejora exponencial de las infraestructuras, permitiendo exposiciones más ambiciosas y mejores servicios. Fue también el momento en que la institución, heredera del inicial Museo Arqueológico Municipal, consolidó su identidad definitiva en torno a uno de los tesoros patrimoniales más significativos de la Región de Murcia: el yacimiento de la medina islámica de Siyâsa. Así, esta nueva etapa en el antiguo casino vio nacer y afianzarse la denominación con la que hoy es ampliamente reconocido a nivel nacional e internacional: el Museo de Siyâsa. Este nombre no solo rinde homenaje al enclave arqueológico que le nutre y da sentido, sino que también refleja su vocación y la riqueza de sus colecciones más emblemáticas, convirtiéndose en el mascarón de proa de la arqueología ciezana. Este cambio de sede y la consolidación de su nombre marcaron el inicio de su reconocimiento definitivo como referente.

Joaquín Salmerón Juan: liderazgo que transforma, eleva y cosecha reconocimientos para el Museo de Siyâsa

Y sobre estos cimientos renovados y con una identidad clara, la figura de su director, Joaquín Salmerón Juan, emerge con una luz propia y deslumbrante. Joaquín no solo ha llevado a cabo una gestión impecable al frente del Museo de Siyâsa, sino que, con su enorme profesionalidad, pasión y una visión estratégica clara, ha sabido aprovechar al máximo las oportunidades brindadas por la nueva sede y la riqueza de sus fondos.

Gracias a su liderazgo, el Museo de Siyâsa se ha convertido en un espacio vivo de cultura. Esto se ha materializado a través de exposiciones temporales innovadoras, programas educativos de impacto, investigación de vanguardia, la incorporación de nuevas tecnologías y una fructífera colaboración institucional.

Esta dedicación y excelencia no han pasado desapercibidas. Bajo la dirección de Joaquín Salmerón Juan, el Museo de Siyâsa ha trascendido las fronteras locales para ser reconocido en toda España como un museo de referencia. Este reconocimiento se ha manifestado de diversas formas, siendo un ejemplo sobresaliente y muy reciente un galardón de gran prestigio:

  • La Medalla de Oro 2024 del Círculo Intercultural Hispano Árabe (CIHAR): Precisamente a principios de este mes de mayo de 2025, hemos conocido la gozosa noticia de que el CIHAR ha decidido otorgar su máxima distinción al Museo de Siyâsa. Este importante reconocimiento nacional se concede por su "excelentísima labor en la difusión de la cultura y sobre todo la andalusí y la historia hispanoárabe en general en pro de la interculturalidad". Un premio que pone de manifiesto el impacto y la calidad del trabajo realizado, y cuya ceremonia de entrega está prevista para el próximo 12 de junio en el emblemático Salón de Embajadores de Casa Árabe en Madrid.

¡Nuestra más sincera enhorabuena al Museo de Siyâsa y a su director, Joaquín Salmerón Juan, por este merecidísimo premio que enorgullece a toda Cieza! Es la prueba fehaciente de que la pasión, el rigor y la apertura a nuevas narrativas culturales tienen su recompensa y eco a nivel nacional.

Además de premios específicos como este, el Museo de Siyâsa es un referente para otras instituciones, sus publicaciones son valoradas por expertos y se ha convertido en un polo de atracción cultural que enriquece a Cieza.

Mirando al futuro con ilusión y orgullo ciezano

38 años de trayectoria institucional, culminando en el prestigioso Museo de Siyâsa que hoy conocemos, son una buena edad. Una edad de madurez, de experiencia, pero también llena de energía para seguir creciendo. Desde este humilde blog, enviamos nuestra más calurosa felicitación a todos los que hicieron posible el nacimiento de aquel primer Museo Arqueológico Municipal, a quienes impulsaron su transformador traslado y consolidación como Museo de Siyâsa, y muy especialmente, a Joaquín Salmerón Juan y a todo el equipo que día a día trabaja con pasión para mantener viva la llama de nuestro pasado y cosechar éxitos tan notables que prestigian a Cieza.

Que sean, como mínimo, otros 38 años más de descubrimientos, de aprendizaje, de reconocimientos y de orgullo por nuestra historia.

¡Feliz 38º Aniversario en vuestra trayectoria, querido Museo de Siyâsa! Y de nuevo, ¡enhorabuena por la Medalla de Oro del CIHAR!


lunes, 19 de mayo de 2025

Adicciones: Mirando de Frente una Realidad Incómoda en Cieza

Vivimos en una sociedad donde el concepto de "droga" a menudo se limita a ciertas sustancias ilegales y estigmatizadas. Sin embargo, la realidad de las adicciones es mucho más compleja y abarca un espectro amplio que debemos comprender para poder abordarlo de forma efectiva. Es fundamental diferenciar entre las drogas legalizadas, cuyo ejemplo más claro es el alcohol, pero que también incluyen el tabaco y la nicotina, la cafeína, o los medicamentos bajo prescripción médica o de venta libre.

Por otro lado, existen las drogas o adicciones normalizadas. Estas son aquellas cuyo uso o comportamiento se ha vuelto lamentablemente común en nuestra sociedad, llegando incluso a considerar ciertas conductas o hábitos como parte de la "normalidad". En este grupo, además de adicciones comportamentales como el trabajo excesivo (la adicción al trabajo o 'workaholism'), el juego patológico (adicción al juego), el uso desmedido de tecnología y redes sociales, las compras compulsivas, ciertas adicciones alimentarias o el ejercicio compulsivo, también debemos incluir la preocupante normalización del consumo de ciertas drogas ilegales en determinados entornos o grupos sociales. Aquí es donde, a pesar de su ilegalidad, su presencia y, en ocasiones, su percepción de "menos riesgo" o de ser una "parte más" de la vida social, las convierten en un problema de adicción normalizado.

Pero más allá de su clasificación legal o su origen, hay una verdad ineludible que debemos destacar, y es aquí donde debemos poner el foco principal: independientemente de su estatus legal o su origen (ya sean legalizadas, normalizadas o incluso con receta médica), las drogas y las adicciones tienen un potencial devastador que DESTROZA a personas, familias y a su entorno. El dolor, la pérdida y la desesperanza no entienden de categorías, afectando la salud física y mental, las relaciones personales, la estabilidad económica y el bienestar general. Tanto unas como otras causan estragos significativos.

Ante esta cruda realidad, la necesidad de espacios de diálogo, reflexión e información es inmensa. Es aquí donde conferencias y encuentros organizados por entidades comprometidas, como el Foro del Pensamiento y el Diálogo, cobran una relevancia esencial. Nos brindan la oportunidad de mirar de frente esta "realidad incómoda", obtener conocimiento experto y aprender cómo afrontarla como individuos y como comunidad.

Precisamente, una de estas citas clave se celebrará en Cieza como una necesaria continuación de un evento anterior que ya nos había impactado profundamente: la presentación del libro Adictos a nosotros, de Carmen Negrillo. Aquel acto fue un primer paso para adentrarnos en la dolorosa verdad de las adicciones a través de un relato íntimo y desgarrador. La autora ofreció una narrativa “profundamente honesta y desgarrador sobre el impacto de las adicciones en la vida de los propios adictos y de sus seres queridos”. Narrada desde dos perspectivas, la del hijo atrapado en el abismo de la drogadicción y la de su madre, quien lucha incansablemente por salvarlo mientras enfrenta su propio deterioro emocional y físico, esta obra lleva al lector por un camino de amor, dolor, resiliencia y esperanza.

El hilo conductor entre la emotiva presentación del libro y la próxima conferencia es la figura de Francisca Moya del Baño, de la Fundación Proyecto Hombre. Su presencia destacada en ambos eventos subraya la conexión fundamental entre la experiencia personal, el apoyo a las familias y la labor profesional en la lucha contra las adicciones.

La conferencia, organizada por el Foro del Pensamiento y el Diálogo y titulada precisamente Las adicciones, una realidad incómoda, que hay que mirar a la cara, será impartida por Asunción Santos de Pascual, Directora General de Proyecto Hombre Murcia. Tendrá lugar el próximo miércoles 21 de mayo a las 20:00 horas en el Salón de actos de la biblioteca Padre Salmerón de Cieza, convirtiéndose en una cita crucial para nuestra comunidad.

Asunción Santos de Pascual, con su visión clara, cercana y fundamentada en la experiencia, abordará la realidad de las adicciones en Cieza desde la premisa fundamental de que este es un problema que nos concierne a todos – ya sea a través de un vecino, un hijo, un familiar o incluso a nosotros mismos. Durante su charla, explorará la complejidad de las adicciones desde una perspectiva integral, desmitificando ideas erróneas y trabajando para derribar el profundo estigma que a menudo pesa sobre quienes las sufren.

Se analizará cómo las adicciones impactan de manera diferente a distintos perfiles dentro de nuestra sociedad. Se pondrá especial atención en la vulnerabilidad de jóvenes y adolescentes frente a vulnerabilidades específicas y nuevas formas de adicción, incluyendo las nuevas tecnologías y las sustancias emergentes. También se abordará la realidad de las mujeres, quienes a menudo cargan con estigmas adicionales y enfrentan barreras específicas para buscar ayuda.

La ponente pondrá sobre la mesa los retos actuales a los que nos enfrentamos como comunidad en la prevención, el tratamiento y la reinserción de personas con problemas de adicción en Cieza. Destacará cómo el estigma social no solo aísla a quienes luchan contra la adicción, sino que también dificulta enormemente su recuperación y la búsqueda de apoyo.

Y, de forma esencial, la conferencia se centrará en la labor fundamental de Proyecto Hombre. Se presentarán sus programas, metodologías y casos de éxito (siempre respetando la confidencialidad), mostrando el trabajo que realizan para ofrecer esperanza y un camino de recuperación. Se ofrecerá información valiosa y práctica sobre cómo las personas de Cieza pueden acceder a la ayuda que ofrece la organización y, de igual importancia, cómo la comunidad en general puede colaborar activamente para construir un entorno más comprensivo, solidario y de apoyo para aquellos afectados por las adicciones.

Asunción Santos de Pascual, Directora General de Proyecto Hombre Murcia, es una voz de experiencia y compromiso con una trayectoria profesional profundamente ligada al ámbito social y terapéutico. Licenciada en psicología y doctora por la Universidad de Murcia con una tesis sobre la eficacia del tratamiento en adicciones, lidera la organización con una visión estratégica centrada en la persona y un enfoque biopsicosocial. Su profundo conocimiento del tema, combinado con su sensibilidad humana, cercanía y empatía, la convierten en una ponente excepcional, capaz de transmitir confianza y esperanza.

Eventos como esta conferencia en Cieza son oportunidades invaluables para informarnos, reflexionar y tomar conciencia de una realidad que nos afecta a todos. Nos invitan a mirar de frente las adicciones, sin juicios, y a ser parte activa de la solución, aprendiendo cómo podemos construir juntos un futuro más saludable y libre de adicciones de la mano de organizaciones esenciales como Proyecto Hombre. Es un recordatorio de que las adicciones son una realidad incómoda, sí, pero mirarla a la cara es el primer paso para superarla.


domingo, 18 de mayo de 2025

Ser Perro en un mundo con lobos

¿Alguna vez has tenido la sensación de que algunas personas operan bajo un código completamente diferente al tuyo? Como si hablaran otro idioma en cuanto a lealtad, objetivos o simplemente cómo se mueven por la vida, sin importar a quién se crucen. Una sensación que, recientemente, un libro me ha dado una lente fascinante y a ratos conmovedora para entender: "Entre Perros y Lobos" de Antonio Ruiz Buendia, que, aunque podría parecer solo un libro sobre animales, es en realidad una obra que desnuda la psique humana, (bueno, sí, metafóricamente), es una obra que desnuda la psique humana a través de una metáfora sencilla pero increíblemente potente.

En esta metáfora, pronto reconoces a los arquetipos. Por un lado, están los que podríamos llamar los "lobos": independientes, estratégicos, con una lealtad muy concentrada en "su" propio beneficio o en el de un círculo extremadamente reducido. Se mueven por instinto de supervivencia en el "bosque" (sea la oficina, el entorno social, etc.) y, sí, a veces eso implica dar una "dentellada" a quien se cruce en su camino si lo ven necesario para avanzar o proteger lo suyo. Antonio se topó con varios de estos "lobos" y no maquilla el dolor que causan.

Por otro lado, tenemos a los "perros". Y aquí se siente la verdadera pasión del autor. Antonio tiene una habilidad especial para comunicarse con los perros, para entender su nobleza, su alegría simple y su lealtad incondicional. Y usa esa comprensión para describir a las personas "perro": abiertas, fieles, que buscan la conexión genuina, que encuentran su felicidad en la compañía y el afecto sincero de su "manada" (familia, amigos de verdad, compañeros leales). Son esos amigos que siempre están ahí, que dan sin pedir demasiado, que valoran la rutina compartida y la simple alegría de estar juntos.

Lo que hace que "Entre Perros y Lobos" no sea un simple ensayo, sino una experiencia de lectura, es que Antonio se posiciona. Nos cuenta que él, identificándose claramente como un "perro", vivió "entre lobos", sufriendo las consecuencias de esa colisión entre dos "especies" tan distintas. Recibió esas metafóricas "dentelladas" que te marcan y te hacen replantearte todo.

Lo fascinante, y lo que para mí es el corazón del libro, es que Antonio no se endurece ni se convierte en un "lobo" por despecho o defensa. A pesar del dolor, reafirma su elección de seguir siendo "perro". Nos muestra que hay una fuerza inmensa en mantener la lealtad, la apertura y la nobleza, incluso cuando has sido herido por su opuesto. Su libro es un testimonio de que es posible navegar un mundo donde existen "lobos" sin perder tu esencia "perruna". Es una lección de resiliencia que dice: sí, te pueden herir, pero tú decides si esa herida te convierte en alguien que odia o en alguien que valora aún más a su verdadera "manada".

El libro cobra una dimensión brutal y honesta porque Antonio no teoriza desde la distancia, sino que comparte su vivencia. Y lo que hace que su perspectiva sea tan valiosa es que, a pesar de las "dentelladas", no muestra rencor ni odio. Él ha encontrado la paz y la alegría profundas en su propia condición de "perro" y en la certeza de estar rodeado de su verdadera "manada", de esos amigos "perros" que validan su forma de ser. Su libro es, en el fondo, un homenaje a la amistad fiel y un recordatorio de que, aunque el mundo pueda parecer a veces lleno de "lobos", la riqueza y la felicidad duradera están en cultivar y proteger nuestros vínculos "perrunos".

"Entre Perros y Lobos" te fuerza a mirar a tu alrededor, a identificar (quizás con algo de sorpresa) a los "lobos" y a valorar, como nunca, a tus "perros". Es un libro valiente que describe la realidad sin edulcorar, pero lo hace desde la perspectiva de la esperanza, la lealtad y la resiliencia. No es una guía para volverte más "lobo", sino una invitación poderosa a encontrar la fortaleza en ser auténticamente "perro".

Si buscáis una lectura que os toque, os haga pensar en vuestras relaciones y os deje una sensación de autenticidad y esperanza, este libro de Antonio Ruiz Buendia es, sin duda, para vosotros. Una joya que desnuda la vida, pero te recuerda la belleza de la fidelidad.


viernes, 16 de mayo de 2025

La Universidad de Murcia presenta el Vocabulario de Comercio Medieval, un tesoro digitalizado para la investigación

Esta mañana, la Universidad de Murcia ha sido escenario de un importante y solemne acto académico: la presentación del Vocabulario de Comercio Medieval, una obra cumbre de Miguel Gual Camarena que ve ahora la luz en formato digital. Presidido por el Rector de la Universidad, este evento ha puesto en valor un proyecto que ha requerido años de esfuerzo y dedicación para su recuperación y puesta a disposición pública.

El Vocabulario de Comercio Medieval es el resultado de una investigación exhaustiva de Miguel Gual Camarena, un trabajo de referencia fundamental en este campo. Representa un vasto legado que se nutre tanto de su reconocida obra publicada —como el Vocabulario del comercio medieval: colección de aranceles aduaneros de la Corona de Aragón (siglos XIII y XIV)— como de una ingente cantidad de material inédito que fue conservado por su familia y posteriormente donado a la Universidad de Murcia.

La materialización digital de este colosal trabajo se debe al incansable tesón y amor por el legado paterno de Miguel Gual (hijo), quien ha invertido los últimos 12 años en la digitalización de esta obra. El resultado es impresionante: más de 28.000 voces redactadas que componen un diccionario completo y listo para ser consultado.

La digitalización del Vocabulario de Comercio Medieval, impulsada por Miguel Gual hijo, destaca la importancia de preservar obras científicas de gran valor. Este caso ejemplifica el riesgo de que trabajos trascendentales se pierdan por falta de continuidad o reconocimiento, un destino que, gracias al esfuerzo de Miguel Gual hijo, se ha evitado para la obra de su padre. Su labor incansable subraya cómo la dedicación individual puede rescatar del olvido el conocimiento atesorado.

La presentación de hoy subraya también cómo las nuevas tecnologías se convierten en aliadas indispensables para la preservación y difusión del conocimiento. La digitalización ha permitido que este monumental trabajo, que en otras circunstancias podría haber quedado relegado o incluso perdido, esté ahora disponible online a través de una web plenamente operativa. El hecho de que ya registre miles de accesos desde su puesta en marcha es la mejor prueba de su inmediata utilidad e interés para la comunidad académica y el público en general.

Este vocabulario digital permite recuperar un riquísimo patrimonio léxico relacionado con la actividad comercial en la Edad Media. Ofrece una fuente inestimable para comprender mejor la economía, la sociedad y, por supuesto, la lengua de la época. Es, sin lugar a dudas, una herramienta esencial tanto para filólogos, interesados en la evolución y el uso del lenguaje específico del comercio medieval, como para historiadores, quienes encontrarán en él claves fundamentales para la interpretación de documentos y la contextualización de prácticas comerciales. El acceso digital facilita enormemente su consulta, democratizando su uso en la investigación y la docencia.

Personalmente, ha sido un auténtico privilegio haber sido testigo de la gestación de este proyecto desde sus inicios hace 12 años hasta este solemne acto de presentación.

Como acertadamente señaló el Rector, el acto de hoy es un hito, una "parada en el camino" para poner públicamente en valor este excelente y fundamental trabajo. Pero, sobre todo, es el principio para la comunidad científica, que ahora dispone de un ingente corpus léxico de valor incalculable al alcance de un clic. Es una magnífica noticia que este monumental legado vea finalmente la luz de esta forma tan accesible, enriqueciendo nuestro conocimiento del pasado medieval.


viernes, 9 de mayo de 2025

"Una vida de letras": un homenaje del corazón a Ángel Almela

Ayer tarde, en el corazón de la Biblioteca Padre Salmerón de Cieza, tuvo lugar un sencillo pero profundo y emotivo homenaje impulsado por el colectivo La Sierpe y el Laúd. Bajo el evocador título "Una vida de letras", se rindió tributo a una persona que, con su sencillez, está dejando una huella imborrable en nuestra comunidad cultural y, más importante aún, en nuestros corazones: Ángel Almela Valchs.

Más allá de un simple acto de reconocimiento profesional o literario, el homenaje se sintió como un verdadero alto en el camino. Fue un espacio de paz y sosiego donde pudimos ser testigos de algo que trasciende la formalidad: la conexión genuina entre los auténticos valores humanos. Se palpaba la profunda gratitud de un pueblo, de una comunidad, hacia una de sus gentes más queridas, y a su vez, la gratitud serena de esa persona hacia la tierra que lo ha visto crecer, desplegarse y amar. Fue un intercambio de afecto sincero que llenó la sala.

El colectivo La Sierpe y el Laúd, con su revista cultural a la cabeza, germinó y floreció a la sombra protectora y visionaria de Ángel Almela. Sin embargo, esta relación ha sido siempre de doble vía, una simbiosis enriquecedora: Ángel también ha crecido, madurado y se ha nutrido enormemente a través de su vínculo con La Sierpe y el Laúd y, sobre todo, con su querida Cieza. Él tuvo la extraordinaria capacidad de aglutinar voluntades en torno a un sueño cultural, de hacer realidad esa visión en unos tiempos, los de la Transición política, que podían sentirse culturalmente áridos o desérticos. Fue un pionero que supo abrir caminos.

La realidad cultural que hoy disfrutamos en Cieza sería incomprensible sin la figura vertebral de Ángel Almela. Pero, del mismo modo, Ángel Almela no sería la persona que es sin Cieza; su identidad está intrínsecamente ligada a nuestra tierra. Ha existido una simbiosis plena, una interconexión constante donde la madurez de ambos, hombre y pueblo, se ha alimentado mutuamente, creciendo y floreciendo unidos. Es precisamente esta compleja y hermosa realidad local la que, paradójicamente, convierte su historia personal en un tema universal: el arraigo, el compromiso, la construcción colectiva desde lo local.

Ángel Almela Valchs, nacido en nuestra Cieza en 1955, es, sin duda, mucho más que una figura cultural destacada en los anales. Es, ante todo, un ser humano excepcional, cuya mente y corazón han enriquecido de forma invaluable a nuestra comunidad en cada uno de sus roles. Su obra poética, tan sensible y profunda, es un espejo fiel de su alma y de su conexión íntima y respetuosa con la vida. Cada verso nos habla no solo de un talento literario inmenso, sino de una capacidad asombrosa para sentir, comprender y acariciar el mundo que lo rodea con una sensibilidad única.

Pero Ángel ha sido y es también un verdadero faro cultural. Su dedicación incansable al Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd y a su revista homónima no fue un mero pasatiempo intelectual; fue un acto de profundo amor por la cultura, por la libertad de expresión en un momento crucial de nuestra historia reciente, la Transición española, donde cada espacio de libertad debía ser conquistado. Su liderazgo fue un punto de luz, un faro de resistencia creativa en tiempos que aún requerían valentía para la palabra y el pensamiento crítico. Demostró un compromiso inquebrantable con la palabra libre y la difusión del pensamiento.

Para muchos de nosotros, que hemos tenido la inmensa suerte y el privilegio de compartir momentos, conversaciones y caminos con Ángel por las calles de Cieza, su presencia trasciende lo puramente profesional o cultural. Lo hemos conocido y querido viéndolo entrar y salir de sus clases, siendo el profesor respetado y, sobre todo, entrañablemente querido por generaciones de alumnos a los que ha marcado. Lo hemos tenido cerca como el amigo siempre dispuesto a escuchar con una calma infinita y una sabiduría serena. Lo hemos visto como esposo y padre, irradiando un amor tranquilo y una calidez que crean, sin esfuerzo aparente, ese sentido de familia que acoge y nutre.

Por todo ello, este homenaje, "Una vida de letras", es mucho más que el merecido reconocimiento a una trayectoria profesional o cultural brillante, aunque lo sea con creces; es la celebración sincera y emocionada de su alma generosa, de su espíritu siempre comprometido, de su calidad humana arrolladora que impregna todo lo que hace. Ángel Almela Valchs es, en mi corazón y en el de muchos que ayer estábamos allí, un creador cuya poesía me conmueve profundamente y me habla al alma, un gestor cultural imprescindible que ha transformado positivamente nuestra comunidad desde sus cimientos, y un amigo cuya simple y luminosa presencia ilumina mis días y los de quienes tienen la suerte de conocerlo.

Su coherencia ejemplar entre vida y obra, su amor incondicional y demostrado por Cieza y su inmensa e inagotable humanidad lo convierten, para mí y para tantos, en un referente indispensable, un pilar moral y cultural. Es, sencillamente, un hombre al que admiro profundamente y quiero con todo mi corazón. El homenaje de ayer fue un reflejo hermoso y merecido de ese sentimiento colectivo e individual.


domingo, 4 de mayo de 2025

El Futuro Incierto del Corazón de Cieza

Vivimos tiempos de cambios profundos en nuestro modelo de sociedad, transformaciones que afectan prácticamente todos sus ámbitos: desde la economía y la tecnología hasta nuestras interacciones sociales, la cultura que consumimos e, indudablemente, el espacio físico que habitamos. En mi localidad, en Cieza, estas transformaciones se avecinan con una fuerza especial, prometiendo redefinir el corazón de nuestra ciudad, su centro histórico. No pretendo juzgar si estos cambios serán positivos o negativos; mi intención es simplemente anticipar una realidad que, observando dinámicas similares en otros lugares, parece inevitable.

Durante décadas, el centro de Cieza ha sido su corazón indiscutible. Ha sido el epicentro de la vida comercial y social, el lugar donde se han concentrado los principales negocios, las tiendas emblemáticas, y el sitio deseado para residir. El bullicio característico, el ir y venir constante, han definido hasta ahora su esencia y su vitalidad.

Sin embargo, en Cieza, como ya ha ocurrido en tantas otras ciudades, todo parece indicar que pronto asistiremos a un cambio igualmente profundo: el previsible abandono de este centro histórico para trasladar gran parte de ese bullicio, esa energía vital, hacia la periferia urbana. Estamos a las puertas de una inversión de flujos que redefinirá nuestras costumbres y la fisonomía de nuestro municipio.

Un factor determinante y quizás el más visible de este fenómeno será la próxima apertura de nuestro propio centro comercial situado a las afueras. Esta nueva y gran estructura de consumo y ocio actuará como un potente polo de atracción, diseñado para llevar al ciudadano a abandonar las calles tradicionales del centro para concentrar gran parte de la actividad económica y social en sus instalaciones climatizadas y con amplio aparcamiento.

El resultado previsible es un paulatino vaciamiento de la esencia misma de nuestro centro. En un futuro no muy lejano, podríamos ver calles que antaño rebosaban actividad mostrar un número creciente de locales cerrados, escaparates vacíos que reflejarán la parte de la vida que se ha marchado. Será un proceso lento, quizás, pero implacable en sus efectos sobre el tejido comercial y social.

En este contexto de previsible transformación, la memoria me lleva a la vieja Sombrerería Eslava, situada en el mismo corazón que ahora parece amenazado. Aunque hoy ya no está abierta, su historia y su esencia nos sirven para ilustrar perfectamente el tipo de negocio y de vida social que el centro de Cieza podría perder o ver mermada significativamente con esta nueva dinámica. No era una tienda cualquiera; era un pedazo vivo de la historia de Cieza. Según las crónicas, José María Eslava la inauguró en 1863. Desde aquel día, su icónico letrero de hierro con forma de galera se convirtió en un centinela silencioso del tiempo.

Entrar en Eslava era sumergirse en otra atmósfera. No solo por el mobiliario de madera, el largo mostrador o las estanterías repletas de sombreros organizados por estación. Lo que realmente llenaba el espacio era la interacción humana, la relación que se forjaba con el tiempo.

La tienda trascendía la mera transacción comercial; era un punto de encuentro, un foro improvisado. Las tertulias de la sombrerería eran famosas, lugares donde se discutía de todo, donde clientes se volvían amigos, donde las conversaciones fluían sin prisa y las voces llenaban el espacio de una vitalidad única, de ese "bullicio de la vida" que hoy parece buscar refugio en otras partes, y que el nuevo centro comercial atraerá previsiblemente a sus pasillos. 

Por eso, aunque su cierre ocurrió en otro momento por sus propias circunstancias, la tristeza de aquel día resuena hoy como un presagio de lo que muchos otros negocios con historia, alma y vida en el centro de Cieza podrían experimentar. Cerrar una de estas tiendas no es solo la bajada de una persiana; es el silencio de voces que no volverán a debatir, el vacío de un lugar de encuentro, la pérdida de un pedazo tangible de la historia y del alma social del centro de Cieza.

Parece confirmarse así que los tiempos mandan y que, en este proceso de previsible vaciamiento del centro de Cieza, desaparecerán o languidecerán muchos lugares que, como Eslava, tenían historia, tenían alma, tenían vida. Lugares que eran el escenario donde se tejía, día a día, una parte fundamental de la identidad y la comunidad de nuestro pueblo, y cuya previsible pérdida empobrecerá el corazón de nuestra ciudad.


martes, 22 de abril de 2025

Mona de Pascua: Un Vínculo con el Pasado

Para mí, ayer no fue un día cualquiera, sino uno muy especial: el Lunes de Pascua. Por la tarde salimos al monte de Cieza, buscando senderos donde pasear tranquilamente, descubrir rincones nunca vistos, conectarnos con la naturaleza disfrutando del olor a monte y del manto multicolor de las flores silvestres que con las recientes lluvias están imponentes; encontrar la ruta fue tarea fácil, pues cualquier rincón del monte de Cieza es una maravilla, las orillas del camino parecían especialmente engalanadas para nuestro paso, las vistas panorámicas nunca vistas con el castillo al fondo eran espectaculares. Y, al caer la tarde, llegó el momento de disfrutar de la tradicional Mona de Pascua con un huevo cocido en el centro, la mona estaba acompañada de una tableta de chocolate puro con almendras. El momento culminante, antes de comer el huevo, como siempre, fue romper su cáscara en la frente del más despistado o desprevenido. Al final no quedaba ni mona, ni chocolate; solo quedaban las ganas de volver el próximo año.

Esta tradición que ahora comparto con mi familia se remonta a mi infancia y tiene un significado especial para mí por cómo la vivían mis padres. A ellos les encantaba celebrar la Mona de Pascua con sus amigos en la balsa del Bosquet de Mogente. Lo hacían todos los años; era una fecha muy señalada y esperada. En aquella época la celebración era los domingos por la tarde, marcando el final de la Cuaresma y la Semana Santa, pues los lunes eran día de vuelta al duro trabajo.

Para mis padres era un encuentro muy importante y especial, la oportunidad perfecta para reunirse con amigos fuera del trabajo. De hecho, una de las primeras fotos que conservo es en el entorno de la balsa del Bosquet, sentado en una manta, con mis padres posando alegres junto a sus amigos, entre los que estaban Esteban, Eusebio, María y tantos otros. Allí hablaban animadamente de sus logros y proezas, de sus problemas y cómo los habían solucionado. Permanecían junto a la balsa hasta la caída del sol; al empezar a anochecer, cada uno se retiraba a su casa.

Para mí también era un día especial. Además de sentir la felicidad de mis padres, yo podía jugar libremente con otros niños y niñas de mi edad. Aunque, para ser sinceros, más de una vez terminábamos peleándonos como perro y gato. Sin embargo, la disputa duraba poco y acababa con una reprimenda de nuestros padres.

Hoy día, al igual que a ellos, me sigue encantando salir al campo para celebrar la Mona junto a mi familia, manteniendo viva esta querida tradición.