Aquí,
en esta tierra regada por la acequia Andelma y el río Segura, creció
Don José Luis Pardos, un ciezano cuyo corazón siempre llevó el eco de su
tierra natal. Embajador murciano, paseó el nombre de Cieza por el mundo
con orgullo y pasión. Él fue un hombre visionario que comprendió que el
progreso verdadero no se mide solo en avances materiales, sino en el
crecimiento del espíritu humano.
Don José Luis es el alma de esta
Fundación, el soñador que, en 2005, plantó la semilla de un futuro
mejor. Una semilla que germinó gracias al apoyo de amigos de toda la
vida y de personalidades destacadas como Don José Ballesta, Don Felix
Faura, Don Pedro Cano, Don Antonio Tamayo y muchos más, que creyeron en
su visión y se unieron a su causa, como es el caso de los patronos que
conformamos hoy el patronato.
La Fundación Los Álamos del Valle
de Ricote es el fruto de ese anhelo profundo: construir un mundo donde
la educación, la cultura y el progreso sean faros que iluminen el camino
de todos, sin excepción. Inspirada en los ideales de la Ilustración y
el Regeneracionismo, nuestra entidad trabaja sin descanso para cultivar
la mente, despertar la sensibilidad y abrir las puertas del conocimiento
a cada corazón que se acerca a nosotros.
El legado de Don José
Luis Pardos vive en cada rincón de esta Fundación, en cada proyecto que
emprendemos, en cada sonrisa que florece gracias a nuestro trabajo. Su
espíritu generoso y su compromiso con el bien común nos guían en cada
paso que damos. Hoy, al abrir las puertas de esta casa, les invitamos a
conocer su legado y a ser parte de este sueño compartido.
A mis alumnos y alumnas de ayer y de hoy
Hace 20 horas
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