Escuchar música en directo, percibir la especial emoción de los jóvenes músicos y sus familiares desde antes del concierto, encontrar y conversar a viva voz con amigos a los que hace tiempo que no veía y poder recorrer un mercadillo artesanal degustando o comprando algunos de sus productos (jabones naturales, pan o embutidos caseros, queso, utensilios de esparto, olivas, etc.) nunca perderá su encanto. Eso es lo que he vivido hoy en la Plaza de España de Cieza con el tradicional mercadillo de los Frailes de los primeros domingos de mes y el concierto de la Banda del Conservatorio de Música Maestro Gómez Villa donde tocaba mi sobrina Beatriz (ver álbum de fotos). Algo realmente fascinante.
Como fascinante es poder escribirlo en este blog y compartirlo con amigos y familiares a través de las redes sociales. Este es un buen ejemplo de cómo lo presencial y lo virtual se dan la mano. Son habituales las conversaciones en las que se plantea como contrapuesta la plaza pública virtual y la plaza pública presencial; con defensores y detractores desde planteamientos muy distantes. Desde mi punto de vista ambas plazas son reales y pueden ser apasionantes.
domingo, 7 de abril de 2013
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