sábado, 13 de abril de 2013

Un ejemplo de cómo la crisis golpea a los más vulnerables: Pascual Sánchez Morote

Ayer tarde estuve con Pascual Sánchez Morote, un ciezano por el que siento especial afecto y admiración. Volvimos a recorrer los pasillos de la Universidad de Murcia donde nos encontramos hace años, estuvimos en las aulas donde impartió varias charlas y recordamos su participación en las jornadas de formación dirigidas a alumnos. Los últimos 20 años los ha dedicado a la natación: muchas horas de entrenamiento y renuncia, mucho dinero en viajes, inscripciones y hospedaje. El incondicional apoyo de su madre, los trabajos esporádicos y el patrocinio de empresas de Cieza y de la Universidad de Murcia lo han hecho posible.

En 1992 estuvo en los Juegos Paraolímpicos de Barcelona y fue allí, tras ver a los nadadores, cuando pensó que él también podría llegar a ser un buen nadador. A partir de ese momento comenzó a entrenar con el Club de Natación Murcia con el que se ha recorrido casi toda España presentándose a innumerables competiciones en el ámbito regional y nacional. Ha realizado travesías de larga distancia como recorrer a nado nueve kilómetros durante poco más de tres horas en el Mar Menor desde Lo Pagan al camping de San Javier. Ha sido tres veces campeón de España, en muchas ocasiones ha estado a menos de un segundo para ir a competiciones internacionales como es el caso de las Paraolímpiadas de Sydney 2000. A lo largo de los años ha conseguido más de 50 medallas, muchos diplomas deportivos y reconocimientos y ha participado en multitud de programas de televisión y de radio y ha llenado muchas páginas en periódicos y revistas.
 

Pascual ha sido y es un auténtico deportista que no pierde la sonrisa a pesar de las muchas adversidades que le ha deparado la vida. Pascual Sánchez Morote nació en Cieza en 1976 (36 años). Una parálisis cerebral le hace caminar con unas muletas desde los 14 años después de muchas operaciones y malos pronósticos según los cuales era irremediable la silla de ruedas. La lucha constante y la natación le han permitido superar esos malos pronósticos.

Este año, por auténticos problemas económicos, no puede participar en ningún campeonato nacional aunque sigue entrenando. No encuentra trabajo, ni patrocinio para sufragar los gastos mínimos de desplazamiento y alojamiento. Pascual es un buen ejemplo de superación personal y también es un buen ejemplo de cómo la crisis golpea a los más vulnerables.

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