Pedro Diego Gil |
¿Quién es Pedro Diego Gil López?
Sobre todo, un explorador de la vida. Propongo como respuesta un pequeño relato que publiqué hace poco en la revista cultural Letras del Parnaso nº 44, se puede ver pinchando este enlace: (Está en Facebook al alcance de todo el mundo)
¿Cómo y cuándo surge en ti el interés por escribir? ¿A qué crees que se debe tu interés por escribir?
Es algo que surgió muy temprano, casi de forma innata, quizás por una necesidad de comunicar o plasmar lo que uno ve y siente, aunque solo sea para uno mismo, lo cual provoca cierto equilibrio personal. Creo que, al escribir, se medita mucho sobre lo que se piensa, con lo cual se alcanza un autocontrol que te deja muy buenas sensaciones y te incita a seguir reflejando con la palabra escrita todo aquello que se piensa de una forma creativa. También existe el interés de forma a historias, de inventar, de crear espacios y situaciones especiales que puenteen la realidad.
Llevas mucho tiempo escribiendo y bastantes libros publicados. ¿Qué es lo que mantiene vivo tu interés por escribir y publicar?
Yo solo he publicado en papel una novela “El pergamino de Shamat” y dos relatos breves, uno en la Antología de Relato Negro de Ediciones Irreverentes (El viejo actor que mató a la injusticia) y otro en la antología Golpe a la violencia de genero de la editorial Atlantis (Un diamante nunca es para siempre). Aunque en revistas digitales he publicado unos cuantos en la Revista Cultural Notas, en la sección Parajes ciezanos desiertos, y en Letras del Parnaso, relatos del Parnaso. Cuando publicas algo ya te entra el gusanillo, como decimos en Cieza, y ya es difícil parar. Además, creo que es lo mejor que se puede hacer, publicar; si tienes algo escrito hay que publicarlo, o por lo menos intentarlo. Sería muy triste guardar en un cajón o en la oscura memoria del ordenador algo que has creado, seguro que con enorme cariño.
Algunos dicen que el libro digital es el futuro. ¿Tu cómo lo ves?
Yo creo que, de momento, con los dispositivos que ahora se emplean y con las costumbres que tenemos actualmente, el uso del libro digital está limitado. El libro de papel nos hace alcanzar sensaciones que el electrónico no puede ofrecer y por eso pienso que le queda aún mucho camino que recorrer. En un futuro, con las nuevas generaciones, cuando se adquieran otras costumbres, no se sabe que pasará. Está claro que en una memoria electrónica se puede acumular muchos más libros que en una casa, con el consiguiente ahorro de espacio, y el coste de las obras es mucho más barato, pero el libro de papel puede llegar a convertirse en algo entrañable entre nuestras manos.
Según muchos indicadores la autoedición está en auge. ¿Tu cómo lo ves?
La autoedición es una salida muy práctica para quién quiere publicar por primera vez. Ya he comentado que es muy positivo publicar. Pero yo pienso que una buena editorial, con un buen editor que se moje con los autores y haga su papel con entusiasmo, el de siempre, aunque sea claramente comercial su interés, hará que el escritor se centre más en escribir, que debe ser lo suyo, y deje las promociones y la representación de sus obras a esos profesionales que deben serlo a favor de la cultura y el buen hacer, tutelando y aconsejando a los autores para que estos, a su vez, anden por el buen camino, no exento de cierto realismo comercial, cuya finalidad suele estar en ese necesario acercamiento al público, o sea a los lectores.
¿Tienes en mente un nuevo libro?
¡Cómo no! Tengo varios que aún son ideas que voy desgajando, con la voluntad de plasmarlas en historias que lleguen a definirse por sí mismas, y al hacerlo, no paro de aprender, tratando de mejorar cada vez más en mi forma de escribir. Estoy en la creencia que escribir es un constante aprendizaje, donde no se termina nunca de alcanzar todo tipo de saberes.
Se dice que los jóvenes de hoy en día leen poco, que cada vez se lee menos ¿Compartes esta opinión?
Cuando hemos sido jóvenes hemos leído poco siempre, teníamos que haber leído cien veces más, pero tal vez teníamos otras necesidades. Lo que yo creo que es importante, es que en el fondo, en la enseñanza, en la familia, se siembre esa semilla de la lectura con mimo, porque, sin duda, tarde o temprano brotará de ella un buen pimpollo lector. Cada joven madura de una manera y un ritmo, eso se debe de tener muy en cuenta. Hay que pedirle a los profesores de lengua española que pongan todo su empeño en hacer atractiva la lectura, provocando todo lo que puedan la motivación y el buen gusto, el hábito y el interés por descubrir el mundo a través de los libros. Me parece que hay pocas labores más nobles que esa, porque, como han dicho tantos escritores, de tantas formas distintas, la lectura de los libros es uno de los mejores métodos de alcanzar la libertad.
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