domingo, 21 de octubre de 2012

Visto para sentencia (II): El camino del amor

Esta es la segunda entrada que publique en mayo del año pasado sobre nuestro vecino José Antonio Fernández Martínez. Reproduzco literalmente ambas entradas (ver la primera) y con ellas mi plena solidaridad con José Antonio. Ambas entradas siguen teniendo plena vigencia con las noticias de esta semana. Seguimos esperando la sentencia.

A José Antonio es muy fácil encontrarlo en cualquier actividad o manifestación cultural de Cieza. He coincido con él en infinidad de ocasiones pero hasta ahora no había tenido la oportunidad de charlar tranquilamente con él. El encuentro tranquilo fue hace unos días en nuestro Parque Príncipe de Asturias; él llego bastante antes que yo, allí me esperaba leyendo un libro: “La Humanización de Dios”, de Jose M Castillo, editorial Trotta. Parecía profundamente cautivado por su lectura: Me encanta este libro….

La tranquilidad del lugar, la fuerza y claridad de sus palabras y gestos, la convicción y sencillez de sus argumentos, la paz de su voz hacen que sea una mañana especialmente intensa que tardare tiempo en asimilar; está claro que estoy ante un sacerdote, ante un hombre con profundas convicciones religiosas que le gusta compartir. José Antonio siente, vive y disfruta de la libertad que le dan los años junto a su mujer (Manuela) y sus cinco hijos (José Antonio, Faustina, Manuela, Mirian y Vicente): Estoy viviendo una etapa muy feliz de mi vida. A pesar de los años la vida aún le sigue deparando gratas sorpresas como la fiesta que le han organizado sus hijos con motivo de la celebración de las bodas de plata.

Oyéndole resulta incompresible la alegación de la Iglesia: "sus opiniones son contrarias a la fe católica e incompatibles con ella”. Para José Antonio y para los que lo conocen esto es una gran mentira. Es una gran mentira que esté haciendo publicidad del celibato opcional; es una auténtica mentira que yo haya hecho escritos y manifestaciones contra la fe católica. No pueden aportar ninguna prueba de ello. Simplemente se trata de una gran mentira; yo nunca he ido contra nadie, ni contra la doctrina de la Iglesia. Esto es lo que más le duele y le anima a seguir luchando por la verdad y conseguir que los tribunales internacionales reconozcan que en su caso se lesionaron los Derechos Humanos.

Defiende la iglesia de Jesucristo frente a la jerarquía eclesiástica. Hoy no se puede aceptar una monarquía absoluta en a iglesia en la que la palabra del Papa, del Obispo o del sacerdote son incuestionables. Se trata de una interpretación interesada de lo que dicen las sagradas escrituras. Se ha prostituido el mensaje de Dios; se ha adaptado sin escrúpulos a nuestros intereses para justificar posturas que son difícilmente defendibles. Cada uno se inventa un Dios a su conveniencia; un mensaje de Dios según el capricho particular defendiendo lo que en ocasiones resulta injustificable. Está claro que José Antonio ama a la Iglesia, pero es crítico con las manifestaciones y actitudes de algunos miembros de la Jerarquía Católica, cree en la Iglesia de Jesucristo que nació de un mensaje de revolución del mundo, de transformación que sigue vivo en muchísimos grupos de cristianos.

Para José Antonio el amor es una palabra enormemente hermosa; es fundamental esforzarse en “hacer el amor”; hacer el amor muchas veces y con mucha gente. Saber escuchar al otro es hacer el amor; ayudar al que nos necesita es hacer el amor; participar en las tareas del hogar es hacer el amor; en incluso en este sentido más común de la expresión en ocasiones no hacer el amor es hacer el amor.

Espero que volvamos a coincidir pronto y que podamos celebrar la sentencia favorable
Otros puntos de vista. Para saber más


1 comentario:

angel almela dijo...

Ya tuve ocasión decírselo el otro día al propio José Antonio, Yo también me Solidarizo con su causa, con su lucha y de paso, con la Justicia, algo que se ve poco y más últimamente.