Se ha hablado de las primeras variedades de melocotones como los Maruja o los Jerónimos; aunque el que mejor se recuerda es el melocotón Pipa o Brasileño siendo uno de los que mayores satisfacciones ha dado; desde entonces a hoy se han sucedido las variedades que no siempre se han seleccionado en base a estudios serios ni han proporcionado los resultados esperados. Especial debate ha suscitado todo lo relacionado con la promoción del melocotón de Cieza a través de la denominación de origen; quizás por méritos propios nuestros melocotones podrían ser tan conocidos como los de Calanda. También se ha planteado la injusta diferencia entre los precios de origen y el precio de mercado que llegan a ser escandalosos y que parece difícil poder regular. No se ha olvidado el papel de la industria y de las grandes superficies, la adaptación a las demandas del mercado, los excedentes y la superproducción, la unidad entre de las cooperativas. Se ha coincidido en la excepcional oportunidad que supone el mercado de calidad; no podemos competir en cantidad con otros países pero sí que podemos competir con todos en la calidad…
En la replaceta de la biblioteca de José Luis Pardos se ha vivido un intenso debate sobre nuestra agricultura, sobre nuestros melocotones. La agricultura ciezana ha sufrido una importante transformación en los últimos años hacia un monocultivo casi absoluto de las distintas variedades de melocotón, el riego por goteo es la seña de identidad y nuevas variedades de laboratorio se generalizan en nuestros campos, las Cooperativas han permitido sobrevivir al pequeño agricultor, pero los nuevos tiempos necesitan de nuevas recetas, nuevas variedades y sobre todo un nuevo concepto de explotación agrícola.
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