En todos los rincones del mundo ha habido y hay narradores orales excepcionales que dominan y ejercen la técnica de forma magistral sin tener estudios ni especial preparación para ello; tampoco suelen pasar a la historia, simplemente se quedan en la memoria de los que los escucharon y en algunos casos pasan a ser parte de la historia de otros narradores. En Cieza como en otros rincones del mundo han habido y hay muchos narradores orales; sin duda, uno de esos narradores es Joaquín Gómez Camacho que dentro de poco cumplirá los 91 años. Joaquín, más conocido como Guillermo del Madroñal, tiene una memoria prodigiosa llena de historias que desean y necesitan ser contadas; su capacidad para recordar y narrar lo hacen singular y excepcional. Es un hombre entrañable, honesto, humilde, sabio, admirable, sencillo (ver entrevista de Rosa Campos de hace un año).
A Guillermo del Madroñal lo conocí hace muchos años; sus historias y su especial forma de narrarlas me fascinaron desde el primer día . Los gestos y los movimientos perfectamente sincronizados con la adecuada entonación, las múltiples anécdotas y los continuos toques de humor hacen que sus relatos hayan resultado, durante generaciones, y resulten especialmente atractivos y cautivadores. Su especialidad es la narrativa oral aunque muchas de sus historias han sido publicadas en sus dos libros y en sus artículos y colaboraciones puntuales. Un personaje que es difícil olvidar.
Todas sus historias me encantan. Dejo aquí la primera que oí; fue una historia denominada "La Panocha roja". La he oído multitudes de veces y me encanta volver a oírla. La grabe junto a otras historias hace cinco años. Es la que se le suele pedir cuando se le encuentra. Pero él tiene muchas más historias que contar.
sábado, 16 de agosto de 2014
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