Este año, por acuerdo unánime de la Comisión Municipal de Discapacidad en la que están representadas todas las asociaciones y colectivos de discapacidad de Cieza, se ha concedido el Galardón Solidario 2012 a Antonio Angosto García y a María Jesús López. Ambos lo han recibido este martes en un acto muy emotivo celebrado en el Auditorio Aurelio Guirao como colofón a las actividades organizadas por el Ayuntamiento de Cieza con motivo de la celebración del Día de la Discapacidad y el Voluntariado. Un Galardón que todos los años se concede a “personas de Cieza que a lo largo de su vida se han distinguido de forma muy significativa por su compromiso y labor en favor de las personas con discapacidad”. En Antonio y María Jesús la Comisión Municipal de Discapacidad ha querido “rendir un homenaje a todos los padres que viven los 365 días de año y las 24 horas del día con sus hijos, y de este modo reconocer públicamente sus esfuerzos, sus sentimientos, sus duelos, sus desvelos y su entrega”.
Antonio es Maestro de Educación Primaria, especializado en Pedagogía Terapéutica y Logopedia con una profunda implicación profesional y personal en la atención de niños con necesidades educativas especiales. Junto con otros padres, colaboró con el Ayuntamiento de Cieza en la puesta en marcha del Servicio Municipal de Estimulación Precoz y fue cofundador de la Asociación de Padres para la Promoción de la Estimulación Precoz y la Integración Social del Minusválido (AEPISMI), de la que fue su primer Presidente. Ha colaborado en multitud de certámenes, jornadas y ponencias sobre discapacidad, ha sido miembro de la Comisión Municipal para la Discapacidad del Excmo. Ayuntamiento de Cieza, es miembro de la Asociación Comarcal de Padres y Protectores de Discapacitados Psíquicos (ASCOPAS), donde ha desempañado el cargo de Presidente, y junto con su mujer, colabora activamente en trasladar su experiencia a otras familias que estén viviendo una situación similar. Sus palabras no dejan lugar a dudas.
¿Cómo empezó tu vinculación con el mundo de la discapacidad?
Antonio es Maestro de Educación Primaria, especializado en Pedagogía Terapéutica y Logopedia con una profunda implicación profesional y personal en la atención de niños con necesidades educativas especiales. Junto con otros padres, colaboró con el Ayuntamiento de Cieza en la puesta en marcha del Servicio Municipal de Estimulación Precoz y fue cofundador de la Asociación de Padres para la Promoción de la Estimulación Precoz y la Integración Social del Minusválido (AEPISMI), de la que fue su primer Presidente. Ha colaborado en multitud de certámenes, jornadas y ponencias sobre discapacidad, ha sido miembro de la Comisión Municipal para la Discapacidad del Excmo. Ayuntamiento de Cieza, es miembro de la Asociación Comarcal de Padres y Protectores de Discapacitados Psíquicos (ASCOPAS), donde ha desempañado el cargo de Presidente, y junto con su mujer, colabora activamente en trasladar su experiencia a otras familias que estén viviendo una situación similar. Sus palabras no dejan lugar a dudas.
¿Cómo empezó tu vinculación con el mundo de la discapacidad?
Mi vinculación con el mundo de la discapacidad parte inicialmente de mi faceta profesional; una vez comencé a trabajar en la docencia sentí inclinación por la educación de niños que tuviesen algún tipo de discapacidad, lo que me llevó a realizar la especialidad de Pedagogía Terapéutica y posteriormente la de Audición y Lenguaje. Por ello he desempeñado mi trabajo durante varios años y en diferentes Colegios, atendiendo a niños con Necesidades Educativas Especiales. Cuando tuve suficiente soltura en esta especialidad, me incorporé a la entonces incipiente experiencia para integrar en aulas normalizadas de Colegios ordinarios a niños con discapacidad, que hasta entonces habían estado escolarizados exclusivamente en Colegios Específicos. Tuve pues, el honor de ser uno de los maestros precursores en esta actividad.
Pero creo que tu vida de entrega a la discapacidad no se podría entender sin tu hijo, Antonio Pascual.
Totalmente cierto. Poco después, esta inclinación que se había iniciado en el ámbito profesional, da un enorme giro y se traslada al ámbito personal, ya que nuestro primer hijo, Antonio Pascual, nace con una parálisis cerebral que le llevó a padecer una discapacidad hasta su muerte. Es en esta faceta personal donde más satisfacciones he obtenido y donde más me he enriquecido, especialmente gracias al ejemplo diario que recibía de Toñi, mi mujer, quien sacrificó su vida personal y profesional para que nuestra vida familiar no se viese afectada. Sus muestras de entrega fortalecieron todavía más mi compromiso con la discapacidad y me abrí por completo al exterior para intentar ayudar a otras familias que estuviesen en esta misma situación.
Después de tantos años, ¿tienes la sensación de que todo el esfuerzo ha valido la pena, eres optimista de cara al futuro?
Volviendo la vista atrás, no me arrepiento de ninguna de las experiencias que me ha tocado vivir, todas y cada una de ellas han sido únicas e irrepetibles, con sus luces y sus sombras, pero todas maravillosas. Observo con ilusión cómo ha evolucionado el mundo de la discapacidad, como hemos normalizado lo que hasta hace poco era raro y extraordinario, y esto me hace ser muy optimista de cara al futuro.
Como sabes, este Galardón ha sido concedido por acuerdo unánime de la Comisión Municipal de Discapacidad. ¿Qué significado tiene para ti?
Recibir el Galardón me ha supuesto un gran honor y un acicate para continuar, en la medida de mis posibilidades, mi labor de colaboración solidaria con la discapacidad y los discapacitados. Tengo muy claro que este es un galardón que comparto con muchísimas otras personas que, desde el anonimato, realizan esta misma labor solidaria, con la misma pasión, entrega y amor que yo.
Pero creo que tu vida de entrega a la discapacidad no se podría entender sin tu hijo, Antonio Pascual.
Totalmente cierto. Poco después, esta inclinación que se había iniciado en el ámbito profesional, da un enorme giro y se traslada al ámbito personal, ya que nuestro primer hijo, Antonio Pascual, nace con una parálisis cerebral que le llevó a padecer una discapacidad hasta su muerte. Es en esta faceta personal donde más satisfacciones he obtenido y donde más me he enriquecido, especialmente gracias al ejemplo diario que recibía de Toñi, mi mujer, quien sacrificó su vida personal y profesional para que nuestra vida familiar no se viese afectada. Sus muestras de entrega fortalecieron todavía más mi compromiso con la discapacidad y me abrí por completo al exterior para intentar ayudar a otras familias que estuviesen en esta misma situación.
Después de tantos años, ¿tienes la sensación de que todo el esfuerzo ha valido la pena, eres optimista de cara al futuro?
Volviendo la vista atrás, no me arrepiento de ninguna de las experiencias que me ha tocado vivir, todas y cada una de ellas han sido únicas e irrepetibles, con sus luces y sus sombras, pero todas maravillosas. Observo con ilusión cómo ha evolucionado el mundo de la discapacidad, como hemos normalizado lo que hasta hace poco era raro y extraordinario, y esto me hace ser muy optimista de cara al futuro.
Como sabes, este Galardón ha sido concedido por acuerdo unánime de la Comisión Municipal de Discapacidad. ¿Qué significado tiene para ti?
Recibir el Galardón me ha supuesto un gran honor y un acicate para continuar, en la medida de mis posibilidades, mi labor de colaboración solidaria con la discapacidad y los discapacitados. Tengo muy claro que este es un galardón que comparto con muchísimas otras personas que, desde el anonimato, realizan esta misma labor solidaria, con la misma pasión, entrega y amor que yo.
¡Seguro que estabas pensado en tu hijo Antonio Pascual cuando recibiste el Galardón y oías los aplausos del público!.
Efectivamente. Pensaba en mi hijo Antonio Pascual y también pensaba en mi hijo Francisco y en mi mujer Toñi, compañeros vitales imprescindibles en esta andadura. Este Galardón se lo dedico a Antonio Pascual, que desde el Cielo habrá sentido la misma satisfacción que quienes esperamos reunirnos con él algún día.
Mis más sinceras felicitaciones a Antonio y María Jesús. Ambos han recibido un justo y merecido reconocimiento. Está bien que al menos una vez al año, durante unos minutos, se enciendan las luces para hacer visibles vidas personales volcadas en los demás a lo largo de todos los días del año y durante años y años.
Pd. Otras imágenes que hubieran podido acompañar esta entrada
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