lunes, 22 de julio de 2013

¡Adiós al Centro de Profesores de Cieza!

Cieza deja de  ser cabecera de formación de profesores de toda la Comarca; durante 25 años ha sido sede del Centro de Profesores y Recursos (CPR) consolidándose como espacio cercano y vivo de encuentro y formación de profesores de Cieza y de toda la comarca. Hace unos días se publicada en el Boletín Oficial de la Región de Murcia la orden por la que se cierra el CPR de Cieza junto a otros ocho de toda la región. Conozco su historia, su papel  en la formación, actualización  y renovación pedagógica del profesorado; he conocido personalmente la excelente labor desempeñada por los tres directores ciezanos que ha tenido a lo largo de su historia: Francisco Salmerón Gimenez (1988-1999), Isidoro Candel Gil (1999-2002) y Antonio Gómez Portillo (2002-2013). Sin duda, es una muy mala noticia que no va acompañada de una propuesta y modelo alternativo de formación que resulte creíble. En esta entrada recojo las palabras publicadas por Francisco Salmeron en su perfil facebook con el título ¡Adiós al Centro de Profesores!

Hace ahora veinticinco años volvía de Madrid, donde había realizado un curso de formación para afrontar una nueva tarea profesional que me ocuparía -entonces no lo sabía- nada menos que once años: se iba a inaugurar el Centro de Profesores de Cieza. Había participado en el curso junto a compañeros de Murcia, Cartagena, Lorca y Cehegín donde esta nueva institución de formación del profesorado ya existía y pronto, con la fuerza que proporciona la ilusión subimos los muebles, literalmente, y organizamos el nuevo CEP.


En los años anteriores los profesores y profesoras habían empezado a organizar su formación continua por sí mismos, bajo la percepción de que era necesaria una importante renovación en los modos de educar. Sólo existía entonces el ICE, de la Universidad y centralizado en la Capital. A finales de los 80, la Administración educativa nacional decidió institucionalizar todos estos esfuerzos que se venían realizando por doquier, de calidad pero voluntaristas, a través de estos nuevos centros que podían descentralizar la formación continua. El Ayuntamiento de Cieza colaboró en el proyecto cediendo unos muy buenos espacios.


La participación del profesorado que lo sentía como suyo, pronto nos desbordó y llegamos a trabajar en él durante la primera época hasta catorce personas, sin contar a unos diez colaboradores a tiempo parcial. Intentamos que la formación estuviera ligada a las necesidades reales de los docentes y el resultado fue muy productivo: proyectos de formación en centros, decenas de seminarios y multitud de cursos para un conjunto de profesores que participaba a través de la revista Almeces, que escribía libros que publicábamos en la colección CEP y de otros modos.


El CPR, tras integrar al Centro de Recursos, se fue fortaleciendo con en el tiempo hasta convertirse en un referente educativo de nuestra comarca. Hoy, después de veinticinco años se cierra por medio de la última Orden administrativa de un Consejero dimisionario que parece haber dejado con ella su legado. Un centro centralizado similar a aquel ICE que hicimos desparecer para que el profesorado fuera el artífice de su formación revive de nuevo y los Centros de Profesores desaparecen y con ellos toda la labor y la experiencia acumulada.


De aquellos primeros momentos también cabe destacar la participación del CPR de Cieza en la alfabetización informática del profesorado a través de Ciezanet con casi una centena de actividades formativas en ese campo. Y en cuanto a las publicaciones, el libro sobre las Norias de Abarán del Grupo Macaón que logró potenciarlas hasta alcanzar el lanzamiento turístico de la zona y que nació del CPR.


Pareciera que en España no podemos sino revivir hasta el infinito el mito de Penélope: tejemos y destejemos, construimos y derribamos, obteniendo como resultado un vacío continuo: pronto serán otros los que deban empezar una nueva construcción tras el fracaso de la que se inaugura y que ya fracasó
.

Concido plenamente con Paco cuando sostiene que la pérdida es irreparable en cualquier caso: se pierde la única institución descentralizada que tiene la Consejería de Educación, se pierde el apoyo cercano y se pierde la posibilidad de formarse en el centro educativo, lo que era el objetivo de entonces. Se pierden más cosas: la excelente biblioteca y otra serie de recursos que se llevan de nuevo a Murcia en un proceso centralizador inadmisible para las ciudades de la Región.

1 comentario:

angel almela dijo...

Tuve el honor de trabajar en el CEP de Cieza durante 9 años, y me enorgullezco de aquella primera etapa con Paco Salmerón a la cabeza porque quisimos, y pudimos hacer un lugar de encuentro y desarrollo profesional que sirviera para dignificar la profesión docente.
Se cierra...,¡otro paso atrás! ¡y van ya tantos!...Como cangrejos caminamos hacia años ya superados, y parece que en este camino nuestros políticos no entienden nada, no saben nada, no tienen ni idea de lo que suponen sus catastróficas decisiones.