martes, 14 de abril de 2009

La Semana Santa de Cieza (IV): Los colaboradores invisibles

La participación, implicación y trabajo anónimo y desinteresado de un largo listado de ciezanos hace posible año tras año nuestra Semana Santa. Son los colaboradores invisibles; invisibles al menos para los que presencian las procesiones, pero su papel es clave y en algunos casos con resultados muy visibles. Podemos pensar, por ejemplo, en la iluminación nocturna de los tronos; un auténtico juego de luces y sombras muy meditado y cuidado para dar el máximo realce y esplendor a cada uno de los detalles del trono que desfila.

Uno de esos colaboradores anónimos e invisibles es Antonio García Sánchez más conocido como Antonio "Caracol". Se le puede encontrar todos los días trabajando en su taller de reparación de coches que tiene en la entrada sur de Cieza; o plenamente entregado a su familia (Juana, Alfonso y Patricia). Profundamente "Sanjuanero" y "Semanasantero"; para conocer el significado de estas palabras basta charlar tranquilamente con él. Año tras año es el encargado de la parte eléctrica de los dos tronos de la Hermandad de San Juan que desfilan por la noche: El Ecce Homo y San Juan. Todo tiene que estar listo: bombillas, cables, baterías.... Hay que estar ahí para resolver cualquier imprevisto de los muchos que surgen durante el desfile. Y las baterías tras la procesión hay que desmontarlas, ponerlas a cargar para el día siguiente y luego volverlas a montar. Todo perfecto, perfecta la puesta en escena del desfile nocturno; y un trabajo anónimo e invisible enormemente gratificante para Antonio. Empezó en los años ochenta acompañando y ayudando a su hermano Juan. Desde principios de esta década es él el responsable.

Antes la alimentación eléctrica era de tomas de la red eléctrica general. ¿Quién se acuerda de aquellos largos cables que iban arrastrándose por las calles? o ¿quién se acuerda de los breves y necesarios apagones de los tronos?. De eso hace ya casi 25 años; hay que tener casi 30 para acordarse. Muchos metros de cable que iban buscando las tomas instaladas en las calles. Antonio vivió intensamente ese cambio. Hubo que cambiarlo todo: instalación eléctrica, bombillas; hubo que hacer soportes para las baterías....; un cambio importante y necesario. Y un trabajo, el de Antonio, imprescindible y necesario.

"Chapo" para todos los colaboradores anónimos e invisibles de la Semana Santa de Cieza.

1 comentario:

Alfonso J. García Bañón dijo...

Es un honor para mi (hijo de Antonio) y toda mi familia ver reconocido el nombre de mi padre. Gracias por ensalzar el esfuerzo de un hombro que siempre quiso ir inadvertido en la vara del centro pegado a su trono.

Un profundo abrazo desde la familia García-Bañón.