Capítulo 30: Epílogo final, un sueño compartido que continúa
De vuelta en casa, el aroma familiar de su hogar envolvió a Sofía y Dani mientras vaciaban sus mochilas, ahora rebosantes de tesoros recolectados en su viaje. Entre risas y abrazos, encontraron la pequeña brújula que Dani le había regalado a Sofía al comienzo de su aventura. Un símbolo de su amor, siempre guiándolos de vuelta el uno al otro.
Hojeando las fotos, cada imagen despertaba una cascada de recuerdos: el primer beso bajo la cascada, la risa compartida en la playa, la mirada cómplice bajo la luna. Y, por supuesto, las tardes acurrucados leyendo “El sueño de una vida” de Shirin Klaus.
"Sabes," dijo Sofía pensativa, recordando las páginas de 'El sueño de una vida, "creo que hemos descubierto el verdadero secreto de sus libros".
Dani la miró con curiosidad. "¿Cuál es?". "No era la luna, ni el mar, ni las cascadas... era la magia de sus palabras, la pasión de las historias que compartíamos, lo que nos permitía escapar a esos mundos juntos".
Dani asintió, entendiendo. "Era como si cada página abriera una puerta a un universo solo para nosotros dos".
Sofía sonrió. "¿Sabes cuál será su próxima novela?" Dani se encogió de hombros. "No lo sé, y tampoco sé si estará lista para ser publicada".
"Seguro que nos sorprende", afirmó Sofía con convicción. Luego, hojeando el catálogo de Shirin Klaus, exclamó emocionada: "¡Uy, 'El horno no está para cruasanes' me suena genial! Creo que empezaré por esa. Y las siguientes que vamos a leer van a ser 'Luces, cámara, corazón' y 'Quiérete, quiéreme'".
Dani, tomando su mano con cariño, dijo: "Nuestro viaje ha terminado, Sofía, pero nuestro sueño continúa. Juntos, seguiremos explorando el mundo, amando cada instante y escribiendo nuestra propia historia de felicidad".
Sofía se acurrucó junto a él, su cabeza descansando en su pecho, escuchando el latido constante de su corazón. "Hemos recorrido un largo camino", dijo, entrelazando sus dedos con los de él, "pero el camino que tenemos por delante es aún más emocionante".
Dani besó su frente, su corazón rebosante de amor. "Juntos", prometió, "construiremos un hogar lleno de risas, aventuras y sueños compartidos. Un hogar donde nuestro amor siga floreciendo, tan eterno como las palabras que nos unieron".
Esa noche, bajo un cielo estrellado que les recordaba las noches mágicas en la playa, Sofía y Dani se abrazaron en su balcón. Con la luna como testigo silencioso, se prometieron seguir explorando el mundo, mano a mano, corazón a corazón.
Su historia de amor, como las páginas de un libro infinito, continuaría escribiéndose día a día, llena de pasión, complicidad y la certeza de que su sueño compartido era un faro que iluminaría su camino para siempre.
FIN (mañana prólogo)
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