La lluvia suave de Oviedo recibió a Sofía y Dani. Las gotas, finas y constantes, dibujaban un velo de misterio sobre la ciudad, pero no lograron apagar la emoción que brillaba en sus ojos. Con sus mochilas a cuestas y el mapa en mano, se adentraron en el casco antiguo, donde la imponente catedral gótica los esperaba con los brazos abiertos.
Dani, un apasionado de la historia y la arquitectura, se detuvo a contemplar la fachada de la catedral, maravillándose con los detalles de las esculturas y los vitrales. Sofía, a su lado, compartía su entusiasmo, aunque su mirada se desviaba de vez en cuando hacia las estrechas callejuelas que se abrían a su alrededor, invitándolos a explorar.
Tras una visita al museo arqueológico, donde Dani se deleitó con los tesoros del pasado asturiano, decidieron buscar un lugar para comer. Una amable anciana les recomendó la calle Gascona, conocida como el "bulevar de la sidra". Allí, entre el bullicio de los restaurantes y el aroma a manzana fermentada, encontraron un rincón acogedor en La Pumarada.
Mientras disfrutaban de una deliciosa fabada asturiana, Sofía sacó de su mochila un libro desgastado: "El sueño de una vida", de Shirin Klaus. Dani la miró con curiosidad, y ella le explicó que se trataba de un regalo de un amigo, una novela romántica que prometía ser la compañera perfecta para su viaje.
Con el primer capítulo entre las manos, Sofía comenzó a leer en voz alta, y las aventuras de Jack y Sara, los protagonistas, los transportaron a un mundo de sueños y posibilidades. En ese instante, bajo la luz cálida del restaurante y el sonido de la lluvia golpeando suavemente los cristales, Sofía y Dani sintieron que su propia historia de amor comenzaba a escribirse en las páginas de su aventura asturiana.
Continuará.... Capítulo 2: Bimenes, entre molinos y cascadas
No hay comentarios:
Publicar un comentario