Santa Marta los recibió con su ambiente relajado y su ritmo caribeño. Sofía y Dani exploraron el centro histórico, admirando la catedral y el Parque de los Novios. Decidieron aventurarse en Minca, un pintoresco pueblo en las montañas.
Mientras caminaban hacia una cascada, se
encontraron con una procesión religiosa llena de color y fervor. El
sonido de los tambores y las trompetas resonaba en el aire, mezclándose
con las risas y los cantos de los participantes. Sofía, maravillada, se
volvió hacia Dani.
"¿No es increíble?", preguntó, sus ojos brillando de emoción. "Es mágico", respondió Dani, tomándola de la mano. "Como si el pueblo entero estuviera celebrando la vida".
Bajo
la cascada de Minca, el tiempo se detuvo. El agua fría caía sobre ellos
como una cortina de seda, ahogando el mundo exterior y creando un
refugio íntimo. Sentados sobre una roca, compartían la lectura de la
novela "El sueño de una vida" de Shirin Klaus. Sus manos se rozaban al
pasar las páginas, un cosquilleo que recorría sus cuerpos.
"Esta
historia...", susurró Sofía, su voz apenas audible sobre el rugido del
agua, "...es como si estuviera escrita para nosotros".
Dani sonrió, sus ojos encontrando los de ella. "Tal vez lo fue", respondió, acariciando su mejilla.
Perdidos
en la magia de la historia y en la compañía del otro, se sentían
transportados a un mundo donde solo existían ellos. El sol se ocultaba,
pintando el cielo con tonos cálidos de naranja y rosa. Al cerrar el
libro, Sofía se apoyó en el hombro de Dani, un suspiro de felicidad
escapando de sus labios.
"Este es nuestro sueño de una vida, ¿verdad?", preguntó, mirando hacia la cascada.
Dani la abrazó, su corazón desbordando de amor. "Sí, mi amor", respondió. "Y apenas está comenzando".
Minca se había convertido en su propio cuento de hadas, un recuerdo imborrable que atesorarían para siempre.
Continuará... Capítulo 26: Ciudad de Panamá, un Encuentro con la Modernidad
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