El Parque Tayrona los envolvió en su magia. Sofía y Dani exploraron senderos selváticos, maravillados por el canto de las aves y el susurro del viento. Al llegar a Cabo San Juan, el paraíso se desplegó ante ellos: aguas cristalinas y arena dorada. Dani, cámara en mano, capturó la escena, pero su mayor inspiración era Sofía, radiante bajo el sol.
"¡Es increíble, Dani!", exclamó Sofía, sumergiéndose en el mar. "El agua es perfecta".
"Un paraíso, mi amor", respondió Dani, su corazón latiendo al ritmo de las olas. "Como nosotros, dos fuerzas que se unen para crear algo aún más bello".
Sofía emergió del agua, sus ojos brillaban como el mar al atardecer. "Gracias por este regalo, Dani".
Dani la abrazó, susurrando: "El verdadero regalo es estar aquí contigo". Sus labios se encontraron en un beso eterno, sellando su amor en aquel Edén.
Acurrucados en una hamaca, compartieron durante horas la lectura de "El sueño de una vida" de Shirin Klaus. Las palabras fluían como el mar a sus pies, resonando en sus corazones. El sol descendía, pintando el cielo con colores vibrantes, reflejando su conexión. La brisa cálida y el sonido de las olas creaban una sinfonía perfecta para su lectura. Sumergidos en la historia, recordaron la belleza de lo auténtico, sintiéndose profundamente satisfechos y conectados como en una burbuja sin noción de tiempo y espacio.
Continuará... Capítulo 25: Santa Marta y Minca, Cascadas y Celebraciones Inesperadas
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