El
Canal de Panamá los dejó sin aliento con su magnitud y su ingenio.
Sofía y Dani visitaron el Centro de Visitantes de Miraflores, donde
aprendieron sobre la historia y el funcionamiento de esta maravilla de
la ingeniería. Observaron con asombro cómo los enormes barcos
atravesaban las esclusas, superando el desnivel entre los océanos
Atlántico y Pacífico. Fascinados por la precisión y la complejidad del
sistema, Sofía y Dani sacaron de su mochila el libro "El sueño de una
vida" de Shirin Klaus.
A la sombra de un frondoso árbol, con el
aroma a tierra húmeda y flores tropicales acariciando sus sentidos,
encontraron su refugio perfecto. Extendidos sobre una manta, con los
dedos entrelazados, se sumergieron en las páginas de su novela favorita,
que los había acompañado a lo largo de todo el viaje. Sus voces,
entrelazadas con el suave sonido del agua acariciando las esclusas y el
canto lejano de las aves tropicales, daban vida a cada palabra, a cada
emoción de la novela. La prosa de Shirin Klaus era un puente hacia un
mundo donde el amor y la fantasía florecían como orquídeas eternas,
desafiando el paso del tiempo en ese escenario mágico.
Mientras
leían, Sofía observaba un enorme barco atravesar las esclusas. "¡Es
increíble, Dani!", exclamó. "Nunca había leído y visto algo así".
Dani
le acarició la mano, sus ojos brillando de admiración. Le dijo que el
Canal era una maravilla, un verdadero testimonio de lo que los humanos
podían lograr.
Sofía se acurrucó junto a Dani, su cabeza
encontrando refugio en su hombro. El calor de su piel y el suave latido
de su corazón la envolvieron en una sensación de paz y seguridad. Cerró
los ojos, perdiéndose en el mundo de la novela. En ese instante, el
mundo exterior se desvaneció, dejando solo a Sofía y Dani, dos almas
entrelazadas por el amor y la magia de la literatura, en el marco
incomparable del Canal de Panamá.
Continuará... Capítulo 28: San Blas, un Paraíso de Islas y Tradiciones
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