Desde hace trece años José Antonio reclama la nulidad de su despido como profesor de religión por considerarlo profundamente injusto y fundamentado en argumentos que son absolutas mentiras. En octubre de 1991, comenzó a ejercer, contratado por el Obispado, en un instituto de Caravaca de la Cruz y después en otro de Mula hasta el curso 1997/98 hasta que fue despedido. Tanto el Obispado, en el momento de contratarlo, como el claustro del centro y todos sus alumnos conocían su condición de ex-sacerdote casado y con cinco hijos. Fue cesado en noviembre en 1997, después de que se hiciera público que participaba en el Movimiento Pro Celibato Opcional. En concreto, parece ser que el detonante para el despido fue una fotografía tomada con motivo de su asistencia a una reunión del Movimiento Pro-Celibato Opcional, a la que acudió como público. Una fotografía, publicada en el diario 'La Verdad' en noviembre de 1996, con la familia en la que no se hacía alarde de su condición de sacerdote casado, sólo dejaba constancia que estaba allí como otras muchas personas participando de una reunión prevista de tipo informativo en la que José Antonio no tuvo ningún tipo de intervención; un año después era cesado como profesor de religión.
En un primer momento, José Antonio interpuso un recurso contencioso-administrativo contra su cese y el Juzgado de lo Social número 3 de Murcia lo declaró nulo el despido, condenando al gobierno regional a su readmisión y a la Administración del Estado a abonarle los salarios dejados de percibir. Ante esto el Obispado de Cartagena, la Región de Murcia y la Administración del Estado interpusieron recursos de suplicación en el Tribunal Superior de Justicia de Murcia quien revoca la sentencia dando la razón al obispado por considerar que no había existido despido, sino sólo una no renovación de un contrato temporal, descartando vulneración de derechos fundamentales. El total desacuerdo con la sentencia llevo a José Antonio a presentar demanda de amparo ante el Tribunal Constitucional que rechaza en decisión del pasado 4 de junio 2009 la demanda de amparo presentada por cuatro votos a dos; los dos votos particulares expresaban el disentimiento con la metodología utilizada y la fundamentación de la sentencia, así como con el fallo desestimatorio; a su juicio se vulneraron los derechos del recurrente, resaltando que el respeto a la libertad de criterio de las confesiones no es absoluto, por lo que se le debería haber otorgado el amparo solicitado.
Ahora mismo su caso está listo para sentencia en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Para los que conocemos a José Antonio las alegaciones presentadas por la iglesia son una gran mentira que en absoluto se corresponden con la realidad. Entre las alegaciones de la conferencia episcopal se puede encontrar el siguiente argumento: sus opiniones son contrarias a la fe católica e incompatibles con ella y, además, no se puede aceptar que se ha atentado a su derecho a la intimidad cuando ha sido él quien, de manera voluntaria, la ha revelado con sus manifestaciones.... Los caminos de la justicia son muy complicados y en ocasiones difícilmente compresibles.
Otros puntos de vista. Para saber más
- Próximas entradas: (II) El camino del amor y (III) El fallo
- El MOCEOP (Movimiento por el Celibato Opcional) en apoyo de José Antonio)
- Entrevista enCiezaDigital.com
- Información en la Cadena Ser
- Información en cunoticias
- Sentencia del Tribunal Constitucional
- Actualidad en Terra
- Sobre el celibato
- Noticias ARANZADI
- Artículo del Pais.com
- Noticias Lexur
- Noticias La Voz de Galicia
1 comentario:
Te deseo todo lo mejor José Antonio. Ojalá se haga justicia
Publicar un comentario