mbre; y como testigos silenciosos y protagonistas necesarios nos acompañaron las publicaciones de estos treinta años. Han pasado 30 años, desde que el grupo (según recoge en su blog) me eligió como Coordinador y se hizo constar en el Acta de Constitución que este puesto sería renovado al año o cuando lo crea oportuno el Grupo, y treinta años más tarde sigo en ese puesto sin casi haberme dado cuenta de que la confianza que han ido poniendo en mí los sucesivos miembros de este colectivo, es una muestra más de amistad que agradezco y que considero -mirándolo con la perspectiva que dan tantos años-, excesiva. Si otro u otros miembros de La Sierpe y el Laúd hubieran sido coordinadores, seguro que habrían conseguido que llegáramos a este aniversario.Estar con Ángel Almela es estar con un vecino que ha dedicado toda su vida a la literatura en Cieza y desde Cieza; un vecino que por tu talante personal, por su valía intelectual y por su vocación literaria es parte indisoluble de la historia del Grupo de Literatura “La Sierpe y el Laúd”. Un grupo que treinta años después se encuentra en plena madurez y con renovadas energías. Desde la convicción de sus palabras, siempre suaves y tranquilas, se comprende perfectamente el estado actual de madurez y de renovadas energías del Grupo de Literatura “La Sierpe y el Laúd”:
Como todo en la vida, el devenir del Grupo de Literatura LA SIERPE Y EL LAÚD también ha sufrido sus vaivenes cíclicos a lo largo de sus 30 años de existencia. A partir de aquel 27 de Junio de 1980 en que se constituye, La Sierpe pasó por un primer ciclo de gran actividad e iniciativa que le hizo llegar al final de su primera década (1990) con un bagaje cultural y literario de enorme interés y calidad nunca visto en Cieza. En la segunda década de la vida del grupo, se podría decir que el Grupo consolidó su quehacer y tuvo una amplia difusión en todo el mundillo cultural regional, pero un hecho, la enfermedad y posterior muerte de uno de los nuestros, el poeta Aurelio Guirao (1996), ocasionó un momento de crisis que se tradujo en la relantización de los quehaceres literarios del Grupo de Literatura y que terminó por decidir el cierre de uno de los ejes básicos de la vida literaria de La Sierpe, el cierre de nuestra Revista Literaria coincidiendo con el vigésimo aniversario del Grupo, en el año 2000. Ya en la tercera década del grupo, La Sierpe y el Laúd se plantea nuevos retos y nuevas realidades, debate que termina con la creación de una nueva aventura editorial que se ha traducido como ágil, renovadora y actual, la Colección de libros ACANTO, que ha abierto un nuevo ciclo en la vida del grupo, nuevos bríos y la entrada de 4 nuevos miembros al colectivo, cosa que nunca antes había pasado.
Por lo tanto se podría decir que el ciclo en que estamos ahora es un ciclo ascendente y nuevo, tras unos primeros años del siglo con titubeos en los que fue preciso reinventarse y renovarse.El momento vital de la Sierpe y el Laúd, al cumplir su Trigésimo aniversario, es bueno y con perspectivas de un futuro al menos a medio plazo, prometedor. Los nuevos miembros, la realidad de ACANTO, la incorporación al mundo de las nuevas tecnologías de la comunicación, la revitalización producida por este momento festivo y conmemorativo de celebración de este importante aniversario, nos hace sentir que seguimos no ya vivos, sino muy vivos.
Nos cansa ver que lo que no existe en el núcleo capitalino, en Murcia, no existe para muchos, pero LA Sierpe sigue ahí, haciendo lo que nos gusta, apasionados por la cultura y por la literatura, abriendo un nuevo periodo editorial con un nuevo proyecto como es ACANTO, sintiendo que somos ya y que no necesitamos reivindicarnos y explicarnos, que nuestro devenir ha sido y es demasiado importante y que trasciende del ámbito local. Somos los decanos regionales en muchos aspectos literarios y culturales, y nos sentimos satisfechos y orgullosos de lo que fuimos y de lo que somos.
Con Ángel Almela......
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