Pepe Villegas, ciezano e hijo de agricultores, acaba de ser elegido vicepresidente de la cooperativa Alimentos del Mediterráneo (ALIMER). Su familia y la agricultura ocupan buena parte de su vida. Fue fundador en 1985 de Cofrucieza, y en el 2005 tuvo mucho que ver, como presidente de Cofrucieza, en la fusión de siete cooperativas de la región de Murcia haciendo posible la creación de ALIMER. Claro defensor de la necesidad de la unión de los agricultores siente profunda satisfacción al comprobar el crecimiento y consolidación que ha experimentado ALIMER en estos años a pesar de la crisis.
Hoy día ALIMER, con más de 1.540 socios y con más de 130 millones de facturación al año, es la mayor cooperativa de la Región de Murcia, centrada en la producción hortofrutícola, cárnica, lácteos, floricultura, fabricación de piensos y suministros agropecuarios. Cuenta con 7 centros de trabajo situados en Lorca, Cieza y Puerto Lumbreras. Dos de esos centros están en Cieza con 407 socios. Son dos centrales hortofrutícolas que superan los 12.000 metros cuadrados con instalaciones completas de calibrado y frio capaces procesar más de 30.000 kilos de fruta a la hora. Una cooperativa que puede dar trabajo en Cieza a una media de 150 personas desde finales del mes de abril hasta finales de agosto; pero que lo podría dar a lo largo de casi todo el año. Precisamente ese es uno de los principales retos de Pepe: generar trabajo para los once meses del año. La agricultura ciezana está especializada en la fruta de hueso (melocotón, albaricoque, ciruela, etc.), por lo que nuestras campañas no duran mucho más de cuatro meses; tenemos que trabajar con las hortalizas, con los cítricos… Lo que significa trabajo casi todo el año.
Otro de los grandes retos de Pepe es que la agricultura en Cieza ocupe el lugar que le corresponde, que sea la principal fuente de riqueza y que los agricultores tengamos voz para decidir lo que queremos y como lo queremos.
Pepe Villegas sabe muy bien que el camino no ha sido fácil. En Cieza hemos vivido en nuestras carnes y en nuestro bolsillo experiencias muy desagradables como por ejemplo en los años sesenta el fracaso de la cooperativa “Nuestra Señora de Lourdes” que llevo a la ruina a muchos agricultores. Pero afortunadamente a partir de los años ochenta se empezó de nuevo a creer y confiar en el cooperativismo agrario como medio de salir para adelante.
Pepe lo tiene claro: Tenemos que ser capaces de generar empleo y riqueza para Cieza y tenemos que sacar la máxima rentabilidad de nuestras instalaciones. Para ello considero imprescindible alargar las campañas con frutas de hueso primero, y con hortalizas y cítricos después. Quiero hacer de ALIMER el futuro del cooperativismo agrario de Cieza.
Pd. Otras imágenes que podrían acompañar esta entrada
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