sábado, 20 de diciembre de 2025

Francisca Moya: el auténtico encendido de la Navidad 2025 en Cieza

Un anuncio de luz para Cieza

Mañana tendrá lugar en Cieza el tradicional y esperado pregón de Navidad. Este acto, que marca el pulso de nuestra ciudad, es el pistoletazo de salida emocional y el acto oficial y sentimental que "abre las puertas" de las fiestas, activando nuestra memoria colectiva con el olor a las tortas de pascua.


Contará este año con una voz de excepción: la de Francisca Moya del Baño. Ella no es una invitada más, sino una ciezana insigne cuyas profundas raíces familiares e intelectuales están en Cieza, y que, desde siempre, ejerce con ilusión y profundo convencimiento su arraigo, participando activamente en los actos que dan vida a nuestra tierra. Su nombramiento no es un simple formalismo; es la elección de una "escultora de la palabra" para inaugurar nuestra tregua para el espíritu.


Paquita, como la conocemos familiarmente, es la encarnación perfecta de la Materia Prima que nos define. En ella se funden una formación intelectual de excelencia —un orgullo para la Universidad de Murcia y para Cieza— y una convicción cristiana inquebrantable que es la raíz de su humanismo. Esta amalgama se traduce en una sensibilidad humana que solo se adquiere al "cincelar" la vida con autenticidad, rigor y una fe profunda y vivida. Su trabajo voluntario en Proyecto Hombre y Cruz Roja es la prueba viva de este compromiso. Ella representa el triunfo del humanismo sobre la superficialidad.


La palabra como faro


En un mundo saturado de destellos artificiales, las palabras de Francisca Moya actuarán como un faro. Desde la doble perspectiva, sabemos que los ritos comunitarios fortalecen nuestra resiliencia; pero desde la experiencia personal, sé que su pregón será la luz que nos permita distinguir la "figura en el mármol" de nuestra cotidianeidad. Su voz nos ayudará a quitar el sobrante para que aparezca la esencia.


El claroscuro de la navidad


Es vital que esta luz brille en el espacio correcto. La Navidad, más que un tiempo de felicidad obligatoria, es un amplificador emocional: lo que está bien se siente mejor, pero lo que duele, escuece con más fuerza.


Paquita Moya, con su humanismo profundo, no nos ofrecerá un brillo superficial, sino un profundo sentido de la Navidad que nos invita a la honestidad. Nos guiará para reconocer la belleza que nace de la interacción entre las sombras de la ausencia y los focos de la esperanza, entendiendo que la fe no anula el dolor, sino que lo transciende al ofrecer un refugio.


El auténtico encendido de las luces


Para muchos, la Navidad comienza con el alumbrado de las calles. Sin embargo, para mí, el pregón de mañana supondrá el auténtico comienzo de la Navidad, el auténtico encendido de las luces.


No será un encendido de bombillas y cables; será el encendido de una conciencia que se eleva a lo trascendente, de una sabiduría que emana del calor de nuestra gente y de la fe, como acto individual, que da sentido a la celebración que nos convoca. Cuando ella tome la palabra, se activará en nosotros ese Andamio invisible que nos sostiene: la convicción de que la cultura y el afecto son las herramientas más poderosas para alcanzar la plenitud. Porque la Navidad más auténtica no es la que ignora el dolor, sino la que lo integra, recordándonos que la esperanza no es la ausencia de sombras, sino la decisión de encender una luz en medio de ellas.


Un anticipo de esperanza


Esperamos su palabra como una invitación a mirar nuestras propias vidas como obras Non Finito. La Navidad de 2025 en Cieza comienza bajo la guía de este faro intelectual, con la dignidad de quien ha dedicado su vida a cultivar el espíritu con la constancia con la que un escultor maneja su cincel. Al cerrar el círculo tras haber pregonado también la Semana Santa en 1995, su voz une el amor de Cieza por su Pasión y su Nacimiento.


Que este "encendido de luces" nos reconcilie con nuestras raíces y nos proyecte hacia un futuro donde el afecto y la cultura sean nuestra mejor red de apoyo y punto de encuentro comunitario.

 

¡Felices fiestas!


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