viernes, 17 de mayo de 2013

¿Hasta qué punto economía y medio ambiente son antagónicos?

Para mí la conferencia de ayer tarde de José Miguel Martínez Paz en el Foro del Pensamiento y el Diálogo de Cieza se prolongó hasta pasadas las doce de la noche. Primero, fue la charla que tuvo lugar en el Salón de Actos de Caja Murcia; una hora y media de exposición y respuestas a las diversas preguntas de los asistentes (ver álbum de fotos); y luego con José Miguel y un muy pequeño grupo tomado unas cervezas. Todo muy agradable y ameno; son momentos en los que se pierde la noción del tiempo y se tiene la certeza de que se va ser capaz de poder interpretar un poco mejor este complicado mundo.

José Miguel estuvo en Cieza invitado por el Foro del Pensamiento y el Diálogo para impartir la conferencia titulada Economía y medioambiente. ¿Restricción u oportunidad?. Abordó con enorme sencillez complicados conceptos de economía, media ambiente, ecología, desarrollo, sostenibilidad, etc. ¿Por qué dos disciplinas como la ecología y la economía, que comparten su objeto de estudio que no es otro que el eco (del griego oikos= la casa), presentan actualmente muchas conclusiones y planteamientos completamente antagónicos? Sin duda el reduccionismo de la corriente actualmente dominante en la economía, que sólo considera los bienes y servicios que son productibles, valorables y apropiables y en último término escasos, es el responsable de este divorcio, ya que la ecología analiza el conjunto de la biosfera y todos los elementos que la componen. En las últimas décadas hechos tales como el agotamiento de recursos, la acumulación de la degradación ambiental, etc., junto a la mayor conciencia social del tema y el avance científico sobre los orígenes de los daños ambientales, han puesto en tela de juicio la sostenibilidad del modelo económico actual y la forma en la que la economía como ciencia aborda los aspectos ambientales. Surgen entonces dos nuevas líneas de pensamiento  económico, la “economía ecológica” más rompedora pero poco desarrollada analíticamente, y “la economía ambiental” de base clásica y con un importante desarrollo instrumental. Esta última da soporte a la intervención pública en la regulación ambiental de la economía, por ejemplo con el principio ya tan conocido de “el que contamina paga” (restricción) pero también al menos desarrollado de “el que protege cobra” (oportunidad).

 
José Miguel ha sido y es un auténtico pionero en incorporar técnicas de la economía ambiental a la evaluación y gestión del medio natural y rural del sureste ibérico. En la actualidad es profesor Tttular del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia, secretario del Instituto del Agua y el Medioambiente y coordinador del Programa de Posgrado de la UMU en “Tecnología, Administración y Gestión del Agua” de esta misma Universidad. Su docencia e investigación se centra en la economía ambiental y la economía agraria, especialmente en el tema de economía del agua, estando participado en diversos proyectos de investigación y habiendo publicado más de medio centenar de trabajos en estas áreas.

¿Qué vale más un libro de agua o un diamante?. Esta fue una de las muchas preguntas lanzadas por José Miguel a los asistentes a la charla para provocar la reflexión y la implicación en su discurso. Creo que todos los que asistimos a la conferencia sabemos responder adecuadamente a esta pregunta.

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