Fundación los Álamos del Valle de Ricote: nuestros proyectos, semillas de esperanza (6/7)

La Fundación Los Álamos del Valle de Ricote es un semillero de sueños, un espacio donde las ideas germinan y se transforman en proyectos concretos que buscan mejorar la vida de las personas y el entorno que nos rodea. Hoy, queremos compartir con ustedes siete de estos sueños, siete semillas de esperanza que estamos cultivando con ilusión y dedicación:

1.- El Valle de Ricote como encuentro de culturas: celebramos la diversidad y la convivencia que han florecido en este valle a lo largo de los siglos, tejiendo un tapiz de historias y tradiciones que nos enriquecen a todos. Queremos que este legado de tolerancia y respeto siga inspirando a las generaciones futuras.

2.- Museo Etnográfico del Menjú: rescatamos del olvido la memoria del Menjú, un lugar que fue testigo de la vida cotidiana de nuestros antepasados, para que su legado siga vivo en el corazón del Valle de Ricote. Alfredo Jiménez, junto a José Luis Pardos, ha sido y es el guardián de esta memoria, y nos guiará en este emocionante proyecto.

3.- Viviendas Colaborativas (la campiña de los Álamos): imaginamos un futuro donde las personas mayores activas puedan vivir con dignidad, independencia y compañía, en un entorno sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

4.- Premio Floridablanca: honramos a aquellos que, con su esfuerzo y dedicación, han contribuido al progreso de nuestra región. Este año, María José Montiel recibe este reconocimiento, uniéndose a una lista de ilustres personalidades como Don José Salvador Fuentes Zorita, premiado el año pasado.

5.- Escritos de Floridablanca: abrimos las puertas del pasado, digitalizando y compartiendo los valiosos documentos del Conde de Floridablanca, para que su legado histórico inspire a las generaciones presentes y futuras.

6.- La escuela que queremos: soñamos con una educación que vaya más allá de los libros de texto y las nuevas tecnologías, una educación que forme ciudadanos críticos, creativos y comprometidos con su entorno.

7.- Mantenimiento de esta sede como un espacio vivo: esta finca, más que un edificio, es un ser vivo que respira gracias a todos ustedes. Nos comprometemos a cuidarla y mantenerla abierta, para que siga siendo un faro de conocimiento, cultura y encuentro para las generaciones venideras.
Cada uno de estos proyectos es una semilla de esperanza que plantamos en el fértil suelo del Valle de Ricote. Con su apoyo y colaboración, confiamos en que estas semillas florecerán y darán frutos abundantes, beneficiando a toda la comunidad y contribuyendo a un futuro más justo, sostenible y humano.
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