El salón de actos de Cajamar en Murcia ha registrado un lleno absoluto, con la presencia de las máximas autoridades académicas de la región, lo que demuestra el gran interés que despierta este tema.
Quiero comenzar felicitando a María Teresa Calvo, presidenta de la Fundación Mariano Ruiz-Funes, por la excelente organización de este encuentro. La selección de ponentes, la experta moderación de Aguirre de Cárcer y la atmósfera generada contribuyen a que la jornada haya sido un éxito rotundo.
La jornada ha sido un espacio de reflexión sobre la complejidad del mundo actual y los desafíos que enfrentamos en diversos ámbitos, desde la geopolítica y la economía hasta la cultura y la tecnología. En este contexto, las palabras de Don Carlos Franganillo Hernández han resonado con fuerza. El reconocido periodista ha afirmado que "estamos ante una Europa más débil y fragmentada que hace una década", y ha señalado que los antecedentes de esta situación se remontan a la crisis de 2008 y al impacto en las comunicaciones de la aparición del móvil. Según Franganillo, estos eventos han contribuido a alterar el equilibrio que se mantenía desde la Segunda Guerra Mundial.
Por su parte, Don Duarte Nuno Vieira, catedrático de Relaciones Internacionales, ha puesto el acento en la multipolarización del mundo, con el auge de China como potencia global. "El orden mundial ha cambiado", ha sentenciado, y ha añadido que este cambio, aunque inevitable, también debe ser visto como una fuente de nuevas oportunidades.
La participación online de Don Jaime González Castaño, cónsul de España en Irán, ha aportado una valiosa perspectiva sobre Oriente Medio. "En Oriente Medio nada es lo que parece", ha advertido, señalando la complejidad de la región y la dificultad de interpretar los acontecimientos. A pesar de las apariencias, González Castaño considera que se abre un tiempo para nuevas alianzas.
No puedo dejar de destacar la labor de Don Alberto Aguirre de Cárcer como moderador de la mesa. Su experiencia y profesionalidad han sido claves para conducir el debate de forma fluida y dinámica, propiciando un intercambio de ideas enriquecedor entre los ponentes. Aguirre de Cárcer ha sabido introducir los temas con precisión, formular preguntas pertinentes y gestionar el tiempo con eficacia, contribuyendo de forma decisiva al éxito de la jornada.
Desde mi posición como presidente de la Fundación Los Álamos del Valle de Ricote, me preocupa especialmente el impacto que estos desafíos globales tienen en el desarrollo local y regional. El Valle de Ricote, con su rica historia y patrimonio cultural, no es ajeno a las dinámicas globales. La crisis energética y la crisis hídrica, por ejemplo, afectan directamente a nuestros agricultores y empresas, mientras que la inestabilidad geopolítica puede impactar en el comercio.
Considero que es fundamental promover una visión de desarrollo sostenible que tenga en cuenta los desafíos globales y busque soluciones locales. Debemos apostar por la innovación, la formación y la cooperación para fortalecer nuestro tejido económico y social. Además, es crucial preservar nuestro patrimonio natural y cultural, que constituye un activo fundamental para el futuro del Valle.
Me ha llamado especialmente la atención la intervención del capitán Aznar, quien describe un escenario geopolítico incierto y volátil, marcado por la competencia entre grandes potencias y el riesgo de conflictos regionales. Sus palabras me hacen pensar en la importancia de construir puentes de diálogo y cooperación, incluso en tiempos de tensión. Desde la Fundación Los Álamos, estamos comprometidos con la promoción de la cultura de paz y la convivencia intercultural.
Por otro lado, el análisis del cónsul González Castaño sobre la situación en Oriente Medio me recuerda la complejidad de los conflictos en la región y la necesidad de buscar soluciones pacíficas a través del diálogo y la diplomacia. En un mundo globalizado, los problemas de una región nos afectan a todos.
Creo que es importante que desde las instituciones locales y regionales se impulsen políticas que ayuden a mitigar el impacto de estas crisis en la población.
En definitiva, la jornada ha sido una experiencia enriquecedora que me permite profundizar en los desafíos que enfrenta el mundo actual y reflexionar sobre cómo estos impactan en el Valle de Ricote. Salgo del evento con una mayor conciencia de la complejidad de la realidad geopolítica y económica, y con la convicción de que es necesario un esfuerzo conjunto para construir un futuro más justo y pacífico, tanto a nivel global como local.
En un mundo en constante cambio, eventos como este son fundamentales para promover el diálogo y la reflexión. Espero que la Fundación Mariano Ruiz-Funes continúe organizando iniciativas de este tipo, que contribuyen a un mejor entendimiento de la realidad y a la búsqueda de soluciones a los problemas que nos afectan a todos.
En momentos de incertidumbre y transformación como los que vivimos, es más importante que nunca apostar por el diálogo, el encuentro de ideas y la reflexión crítica como pilares básicos de la convivencia. Solo a través del entendimiento mutuo y la cooperación podremos afrontar los desafíos globales y construir un futuro más justo y sostenible para todos
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