Desde hace 17 años todos los veranos familias saharauis dejan a sus hijos dos meses con una familia española desconocida; y todos los años familias españolas acogen a niños saharuis totalmente desconocidos. Nafissa de once años es uno de los 154 niños saharauis que este año están disfrutando del programa Vacaciones en Paz en la Región de Murcia. Ella es uno de los nueve niños gestionados a través de la Asociación del Pueblo Saharaui de Cieza. José Luis y Rafaela con dos hijos de 24 y 17 años, respectivamente, son sus padres de acogida; este es su séptimo año de participación en el programa como familia de acogida. Inicialmente fue una decisión muy pensada y medita a lo largo de casi dos años en la que participo toda
Pregunta. Este último domingo ha sido un día de convivencia de niños y de familias en Terra Natura: Animales, agua; mucha agua, un día completo en el que los niños han disfrutado hasta el último segundo. Esto puede ser considerado como el máximo contraste con su realidad en el desierto más inhóspito del mundo. Algunos consideran que esto puede ser entendido como una crueldad para estos niños. ¿Sois vosotros de esa opinión?.
Rafaela. En absoluto. Nosotros también estamos todo el año trabajando en casa y en fuera de casa; y al menos una semana al año si nos lo podemos permitir nos vamos de vacaciones de pensión completa o a rincones maravillosos y no se nos pasa en la cabeza quedarnos allí; es más lo lógico es que queramos volver a nuestra lugar de origen y también es lógico que todos los años ansiemos volver a disfrutar vacaciones; aprovechamos las vacaciones para descansar de la rutina diaria, reponernos, recuperar fuerzas. Pues para ellos lo mismo. Creo que para el que se lo puede permitir es una gran oportunidad. Durante estos dos meses tienen la oportunidad de conocer otra cultura, otro modo de vida, aprenden otro idioma; y también les permite pasar revisiones médicas que allí les resulta imposible.
Pregunta. ¿Conocer y aprender?
Rafaela. Todos los niños del mundo deberían salir y conocer otras culturas. Cada vez somos más los españoles que queremos que nuestros hijos salgan a conocer otras culturas, y hacemos esfuerzos para que lo hagan. Pues ellos lo mismo; la única diferencia que en este caso si no fuera por el programa Vacaciones en Paz estos niños no tendrían esta oportunidad. Es más creo que sería de gran utilidad que nuestros hijos visitaran y conocieran directamente la realidad del Pueblo Saharaui. Sería una gran lección; seguro que aprenderían mucho de ellos; incluso más que lo que ellos aprenden de nosotros. Recibimos y aprendemos nosotros mucho más de lo que somos capaces de darles
Pregunta. Dice que tenemos mucho que aprender de ellos, ¿podrías concretar?.
Rafaela. Pues por ejemplo, podríamos entender como sin tener casi nada pueden llegar a ser más felices que nosotros, aquí predomina el tener sobre el ser; allí podemos descubrir en estado puro el valor del ser sobre el tener, la importancia de los valores familiares, de los ideales sociales sobre los personales. En definitiva mucho que aprender. Nos enseñan que lo importante no es el tener; lo importante es el ser.
Pregunta. ¿Esta también se puede considerar como una forma directa de ayudar?
Rafaela. Si, es una forma directa de ayudar, sin intermediarios, nada se queda en el camino, lo que les das les llega. Todo son cosas concretas de persona a persona que lo estas haciendo y además ves el resultado; es algo maravilloso. Y en esta forma de ayudar pronto descubres que lo menos importante es el dinero.
Pregunta. ¿Se sigue en contacto con las familias?
Rafaela. Si y muy intenso; en mi caso sigo el día a día de todos los niños y las familias salvo uno. Es más, este mes de marzo he ido a visitarlas. Una de las familias le ha puesto a su hijo el nombre de mi marido. Me he vuelto maravillada. Pensaba que lo iba a pasar mal principalmente por comprobar la miseria en la que viven y las pésimas condiciones de vida. Pero no ha sido así. Salí muy feliz de los campamentos pensando en regresar. Sin duda sus condiciones de vida son extremas pero me han dado lecciones de vida. A pesar de todo son gente feliz, que sabe buscar y encontrar la felicidad y valora las relaciones humanas. Con este viaje he descubierto el valor de la vida
Pregunta. Se van a finales de agosto. Ya quedan pocos días. Por lo que estas contactando ¿será una gran pena? ¿No se quieren quedar?
Respuesta. En absoluto. Sabemos que son dos meses al año. Cuando terminan se siente una gran satisfacción por tener la certeza de haber realizado algo importante, por que todo ha terminado bien, por la intensidad de los momentos vividos, por lo aprendido. Cuando se acercan la fecha de volver a los campamentos los niños saharauis empiezan a contar los días que faltan para irse, para volver a estar con su familia.
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