sábado, 17 de marzo de 2012

Día de la mujer (I): La invisibilidad de las mujeres para la historia

El actual estado de igualdad entre hombres y mujeres tiene menos historia de lo que puede parecer y todavía es más aparente que real; además sigue estando restringido a una parte muy pequeña de la población del planeta. Asociaciones, colectivos, centros educativos y los más diversos movimientos sociales nos lo siguen recordando con distintitas actividades en estos días en los que se celebra el Día Internacional de la Mujer. En este contexto, el miércoles pasado Francisco Javier Salmerón Giménez impartió en el Museo Medina Siyâsa de Cieza una conferencia en el tercer ciclo En torno a la mujer organizado por el Centro de Estudios Históricos Fray Pasqual Salmerón. Fue un exhaustivo y muy bien documento recorrido histórico por la mujer en los siglos XIX y XX en una conferencia titulada “La invisibilidad de las mujeres para la historia. El caso de Cieza”.

Durante una hora Paco Salmerón, doctor en Historia Contemporánea, detalló las causas profundas que han hecho que la mujer haya pasado desapercibida para los estudios históricos. Habló del discurso de género y los valores culturales y políticos derivados del mismo que se articularon a partir de la noción de la domesticidad, una noción que sin duda ha formado parte de lo que se conoce como “ideología occidental de la domesticidad". Realizó un análisis de la formación que las mujeres recibían, confinadas en el espacio doméstico. Afirmó que las mujeres tenían pocas posibilidades de asomarse al balcón de la historia; cuando lo hicieron fue como colectivo, nunca como individualidades. Analizó la especialización de espacios que se produjo y las dificultades para que las mujeres los traspasaran llevándoles, por ejemplo, a utilizar la protesta popular ciezana contra el impuesto de Consumos de 1896. En su conferencia también repasó las condiciones del trabajo femenino, centrándose en las fábricas de esparto de Cieza y analizando una realidad que provenía de la construcción del modelo de masculinidad centrado en el trabajo como elemento configurador de la misma, dando lugar a una situación laboral caracterizada por la discriminación salarial y la segregación ocupacional. En cualquier caso nos dejó un rayo de esperanza: se atisba el comienzo de otro tiempo, con mujeres que aparecen con su propio nombre y su propia personalidad, que se erigen en protagonistas de la Historia, quizá como preludio de otro tiempo, el nuestro.

Una excelente conferencia que documenta muy bien los logros alcanzados en el camino de la igualdad entre hombres y mujeres en los últimos dos siglos y que propicia la reflexión. Es necesario consolidar los pasos dados y seguir avanzando hacia una igualdad efectiva y real.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Riguroso historiador y gran persona Paco Salmerón. Gracias, Conrado, por mantenernos informados de la rica vida cultural de nuestro pueblo a los que, por desgracia, nos encontramos lejos de él.