Son casi las nueve de la mañana; estoy en la Fuente del Madroñal escuchando el murmullo del agua: a mi espalda el caño de La Fuente del Madroñal con agua fresca y buena como siempre; frente a mi, otro caño que vierte el agua a La Balsa del Madroñal que ahora esta vacía, solo contiene barro y piedras. Esta es una fuente artificial; fue el empeño y la imaginación del hombre el que la hizo realidad hace ya muchos años colocando una conducción del agua desde el nacimiento, situado a unos 800 metros monte arriba, hasta aquí para convertir en vergel las tierras que hay más abajo; Guillermo del Madroñal conoce muy bien la historia de este paraje; hace casi un año lo recorrimos llevados por su mano (ver entrada y fotos). Acabo de regresar del nacimiento; han sido 800 metros muy empinados siguiendo la vieja conducción del agua, en gran parte de hierro con muchas reparaciones y empalmes que no eran suficientes para evitar las pérdidas de agua, incluso aún se puede ver una pequeña arqueta con su rejilla de filtro; junto a esta vieja tubería acaban de colocar una nueva que es la que hace posible que hoy llegue agua a la Fuente. Arriba, al final del trayecto, muy cerca del paraje de Cieza denominado “El Refugio” un pequeño marco metálico sin puertas de unos 80 cm. x40 cm. protege el nacimiento, una pequeña oquedad natural donde se puede ver manar el agua; y que a buen seguro sirve de abrevadero a los animales del lugar (ver álbum de fotos).
A unos 100 metros más abajo de la Fuente y de la balsa esta El Madroño que preside y da nombre al lugar. Un ejemplar único de 400 años que el año pasado el estudio “Árboles y leyendas vivas” incluyo en su catálogo de árboles singulares. Hace ya años que no recibe aguas de esta fuente y a pesar de ello resiste, aunque en sus brotes dejar notar el cansancio y la sequía; y en sus ramas parece estar pidiendo ayuda.
Son las diez, el sol ya empieza a hacerse notar, sigo escuchando el murmullo del agua de la Fuente al igual que lo han podido hacer muchas generaciones de ciezanos, acabo de subir a Internet algunas de las fotos que he tomado y ahora me dispongo a publicar esta entrada. Saludos desde nuestra Fuente del Madroñal.
1 comentario:
¡La de higos frescos que me he comío yo al lado de la fuente...! Y ya ni te cuento las veces que en esa agua he encontrao refugio al calor en muchas de mis caminatas por aquellos andurriales.
Saludos
Publicar un comentario